Rajoy no obtiene el aval de la Unión Europea para flexibilizar el déficit
Suecia y Finlandia rechazan la petición española y los demás guardan silencio La Moncloa dice que el pacto tiene excepciones en crisis Rajoy: "Haremos un presupuesto que sea razonable y sensato"
España deberá afrontar la reacción de los mercados frente al incumplimiento del objetivo de déficit previsto para este año sin el paraguas de la UE que ha buscado con ansiedad en las últimas semanas. Los ministros de Finanzas del Eurogrupo guardaron este jueves silencio tras escuchar a su colega español, Luis de Guindos, quien alegó que la recesión en la que se adentra la economía española y la desviación del déficit en 2011 hacen imposible cumplir el objetivo del 4,4% del PIB fijado para 2012.
Con el anuncio de nuevos recortes y reformas estructurales intentó obtener Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, la comprensión de sus homólogos. Pero no planteó una flexibilización del objetivo de déficit. “Nosotros presentaremos nuestro presupuesto de acuerdo a lo que nos parezca razonable y sensato. Esto no se cierra aquí, ni se negocia aquí, ni se habla aquí. A mí nadie me ha preguntado por el déficit público en España”, alegó Rajoy anoche ante los periodistas.
Quienes se pronunciaron sobre las pretensiones españolas las rechazaron de plano. “Lo primero que hagamos tras la entrada en vigor de las nuevas reglas [de estabilidad presupuestaria] no puede ser suavizarlas”, alegó el primer ministro sueco, Frederik Reinfeldt. Sería “completamente erróneo” ampliar el margen para reducir el déficit, remachó su homólogo finlandés, Jyrki Katainen. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, insistió en que aún no ha recibido un informe completo sobre el desfase en las cuentas de 2011 y el proyecto de Presupuesto para 2012 y se mostró convencido de que este último “respetará las reglas”.
El Gobierno español sabe que no es el único que se enfrenta a este problema. Incluso Holanda, uno de los socios más exigentes con los demás, podría incumplir su compromiso de déficit, según la Oficina Central de Planificación Económica holandesa. La diferencia es que España aún no tiene Presupuesto para este año y eso le obliga a retratarse antes de que lo haga ningún otro.
El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar este viernes el cuadro macroeconómico y el techo de gasto para este año, lo que incluirá un objetivo de déficit superior al 4,4%. Para intentar contrarrestar el efecto potencialmente demoledor de este reconocimiento, desde La Moncloa se insiste en que lo importante no es el déficit nominal, sino el estructural —es decir, el que no tiene en cuenta el ciclo económico ni las oscilaciones coyunturales de ingresos y gastos— y en que el propio pacto de estabilidad contempla excepciones por circunstancias extraordinarias, como las de la crisis.
Se sabe que el déficit nominal del año pasado fue del 8,5%, frente al 6% previsto, pero no se conoce el déficit estructural, que debía situarse en el 4,7%. Fuentes gubernamentales admiten que este último tampoco se recortó en la medida esperada y alegan que en el Presupuesto de 2012 se “consolidará y ampliará” el recorte de 15.000 millones aprobado a finales del pasado año.
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