Camps vuelve a su escaño tras siete meses de ausencia

Francisco Camps entró en el hemiciclo sin aplausos de los suyos, algo a lo que estaba acostumbrado. Recibió saludos de sus fieles en el PP y no los recibió de otros que tratan de distanciarse de su herencia, como el vicepresidente de la Generalitat, José Ciscar. El actual jefe del Consell, Alberto Fabra, estaba ausente. La oposición le hizo blanco de todo tipo de alusiones en las intervenciones de sus oradores, invariablemente acompañadas de advertencias del presidente de las Cortes, Juan Cotino, para que se ciñeran a su tema.

El expresidente regresó ayer a las Cortes Valencianas y ocupó su escaño en el hemiciclo para asistir a un pleno. No acudía desde su dimisión, en julio del año pasado, por la causa de los trajes del caso Gürtel. El pasado 15 de febrero y ante su “continua y reiterada” ausencia, Esquerra Unida del País Valencià registró una petición para que se le abriera expediente disciplinario.

Camps, quien el 25 de enero fue declarado no culpable por un jurado popular, dijo a los periodistas en los pasillos que estaba “muy contento” de acudir al pleno de las Cortes, y que tenía “muchísimas” ganas de volver. “Imagínense para mí lo que es tener oportunidad de volver hoy aquí a casa, al hemiciclo, y a disfrutar del debate, y de las votaciones, y de las discusiones, y todas aquellas cosas que preocupan a la Comunidad Valenciana”, manifestó. A la pregunta de qué tiene pensado sobre su futuro político, respondió: “De momento, sentarme en mi escaño”.

Mientras el portavoz popular, Rafael Blasco, dijo que Camps es “un activo” de su grupo y expresó la alegría por su vuelta, el líder de los socialistas, Jorge Alarte, señaló que lo único que hace es “empezar a cumplir con su obligación”, y añadió que su presencia da ocasión a que explique “todo lo que sabe” sobre los casos de corrupción y la gestión que ha llevado a la ruina a la Generalitat valenciana.