"El votante del PSM hace tiempo que nos busca, pero no nos ve"

La chaqueta marrón de pana del socialista clásico, pero entallada, es un guiño con el que Pilar Sánchez Acera, de 37 años, muestra que no están los tiempos para vestirse de cuero como hacía Trinidad Jiménez, aunque, como ella, piense que le hacen falta hechuras nuevas al socialismo madrileño. La candidata a disputarle a Tomás Gómez la Secretaría General del Partido Socialista de Madrid (PSM) tiene apenas 10 días para convencer a un millar de delegados de que lidera un proyecto sólido. Haber sido concejal y teniente de alcalde de Alcobendas, diputada regional y miembro de la primera ejecutiva de Gómez avalan su experiencia política; la carrera de empresariales, un master en el currículo y otro a punto de concluir hablan de su preparación. Además, su empleo en un banco y una familia con tres hijas de tres, cinco y nueve años demuestran que tiene los pies firmes en la tierra.

Pregunta. Sectores muy diversos del PSM se han puesto de acuerdo para apoyarla. ¿Por qué?

Respuesta. Porque todos pensamos que tenemos que cambiar el modelo de partido para ganar en Madrid. Llevamos muchos años en la oposición y creemos que hay que dar un empujón al partido en lo interno para que también los ciudadanos nos perciban como la única solución, y la más adecuada, para que sus sueños y necesidades se cumplan.

P. ¿Qué modelo necesitan?

Ahora mismo, la oposición a Esperanza Aguirre está en la calle

R. Un partido unido, fuerte, que conozca las necesidades de los ciudadanos. Necesitamos que los militantes participen activamente en nuestra organización y, además, tenemos que conectar con esa sociedad madrileña que sabemos que tiene necesidades y problemas. Tenemos que convertirnos en su solución y que estén convencidos de que sus derechos en servicios sociales, laborales, sanidad, educación, están absolutamente protegidos con nosotros.

P. ¿Se siente como un plato de segunda mesa porque antes se barajaran otros candidatos?

R. Yo era el plato principal.

P. Defiende que hay que modernizar el PSM y que sea un partido intergeneracional. ¿En qué ha cambiado el votante?

R. El perfil del votante socialista ha cambiado porque la sociedad ha cambiado. Además es una sociedad donde hay mucha clase media y urbana. Los militantes también hemos cambiado, somos el reflejo de esa sociedad. Lo que no ha cambiado son los valores del PSM. Pero tenemos que conectar con ellos para que nos vean. El votante del PSM hace tiempo que nos busca, pero no nos ve.

P. ¿Volver a gobernar Madrid es un imposible?

R. No es una utopía, es posible. Siempre que trabajemos.

P. ¿La responsabilidad del mal resultado de las autonómicas del 22 de mayo es de Zapatero?

R. El resultado en las elecciones autonómicas, municipales y también las nacionales son responsabilidades compartidas. Tenemos que hacer una crítica positiva sobre qué es lo que dejamos de hacer para no haber tenido un resultado mejor. Es cierto que en el congreso federal se ha hecho esa reflexión y se está construyendo un nuevo proyecto. En Madrid hay que hacer lo mismo.

P. En esa responsabilidad compartida, ¿hay culpa de Gómez?

R. Uno tiene culpa cuando lo hace a propósito y yo no hablo de culpa, sino de responsabilidades. Y de ver en lo que se ha podido fallar. ¿Hemos conectado con los ciudadanos o ha faltado algo? ¿Hemos llegado a tener un proyecto de izquierdas que interesara a los ciudadanos? De eso tenemos que hablar en el congreso.

P. De ser elegida, ¿le perjudicaría no ser diputada o concejal?

R. Ahora mismo, la oposición a Esperanza Aguirre está en la calle. Nuestra tarea es conectar con los ciudadanos, con la marea verde, con las mujeres que se quedaron sin el Consejo de la Mujer, con los jóvenes, con el 15-M, con los desempleados... Esa es la lucha para ser alternativa creíble.

No me he movido del PSM. Soy tan de Madrid como Tomás Gómez”

P. ¿Cuál es su punto fuerte como candidata?

R. Que tengo el convencimiento claro de que hay que hacer mayorías y trabajo porque las haya.

P. ¿Y de su rival?

R. No voy a valorar la candidatura de Gómez, al que tengo muchísimo respeto. Es el secretario general y respeto su opción a presentarse por tercera vez. Además, es un compañero al que conozco: yo tendría 18 años cuando entré en Juventudes y él, 26; yo era secretaria general de Juventudes de Alcobendas y él, de Parla. Le tengo respeto y cariño.

P. Cuando Gómez optó a la secretaría general en 2007 fue arropado por prácticamente los mismos que ahora a usted, como el alcalde de Fuenlabrada, Manuel Robles. ¿Que ha pasado?

R. Esos compañeros estaban en un proyecto mayoritario de suma y lo siguen estando. No se han movido de ese proyecto y yo se lo agradezco como militante.

P. La acusan de que Rubalcaba está detrás de su candidatura.

R. Pues no. Mi trayectoria es del PSM, no me he movido del PSM. Soy tan de Madrid como Gómez. Y en el proceso no va a votar nadie más que los delegados de Madrid. Lo demás, es una estrategia de defensa de personas que quieren plantear esto en un ámbito que no es el real. Es cierto que Tomás es el secretario general y controla el aparato, pero al final somos dos militantes que nos enfrentamos deportivamente.

P. ¿Le guarda rencor por no ir en las listas del 22 de mayo?

R. No soy rencorosa. Cada uno debe hacerse cargo de sus actos y quien tomó la decisión pensó que era la más adecuada. Yo voté la lista. Otra cosa es que yo hubiese hecho otra. Por ejemplo, hubiera valorado el trabajo de los diputados en la Asamblea.

P. Usted volvió a su empleo...

R. He estado de cargo público 12 años. Cuando dejé de serlo, el 7 de junio, a las ocho de la mañana, estaba en mi puesto con toda la ilusión de un nuevo proyecto.

P. ¿Qué percibió?

R. Me chocó la cantidad de cosas que no vemos, porque solo nos vemos a nosotros. ¡Gobierna el PP, la gente tiene muchísimos problemas y están solos! Nosotros tenemos que dar respuesta, porque somos su respuesta.

P. Es madre de tres hijas ¿qué hará si es elegida?

R. Uno se organiza. Hay muchísimas madres con turnos, sin turnos, de noche, de mañana, y que sacan adelante a sus hijos. Es el tiempo que nos ha tocado vivir y nos adaptamos. Somos supervivientes.