Gómez se blinda tras eliminar a los críticos de las listas electorales

Tomas Gómez, secretario general del PSM, estaba ayer eufórico. El comité regional del PSM, el máximo órgano entre congresos del partido, aprobó a mediodía su propuesta de lista electoral con el 93% de los votos de los delegados. Todo un espaldarazo para remachar su autoridad en el seno de la federación socialista, que en las últimas semanas ha sufrido varias marejadas internas a cuenta de las candidaturas electorales. "Elaborar cualquier lista es una tarea dura. Siempre es difícil. Es un proceso que los partidos políticos, y el nuestro especialmente, viven con mucha intensidad", reconoció el líder socialista madrileño durante su intervención en la sede de UGT. De hecho, el secretario general del PSM permaneció hasta altas horas de la madrugada del sábado al domingo ultimando las candidaturas.

La más relevante, la lista autonómica, que incluye los nombres que estarán en la Asamblea de Madrid a partir del próximo 22 de mayo, cuenta con un gran peso orgánico. Está repleta de alcaldes y secretarios generales de agrupaciones locales. Gómez ha eliminado a los críticos de la lista a la Asamblea de Madrid. Solo repite uno -Modesto Nolla- de los 23 diputados regionales que apoyaron a Trinidad Jiménez durante las primarias. Además, entre los 45 primeros puestos -ahora el PSM tiene 42 escaños en la cámara regional- solo hay tres personas que se opusieron a la candidatura de Gómez en las primarias: además de Nolla, los concejales de Madrid Pedro Santín y Óscar Iglesias. A pesar de ello, el comité regional transcurrió sin revuelos. Los alcaldes y candidatos más críticos con Gómez prefirieron no hacer ruido a 90 días de las elecciones. En los últimos días algunos han recibido recomendaciones de la dirección federal para no crispar el ambiente. El alcalde de Getafe, Pedro Castro, ha sido uno de los más beligerantes contra el secretario general del PSM. Ayer manifestó su satisfacción con la composición de la candidatura de Getafe, pero apostilló: "Podría haber sido mejor. La integración es para algunos". Varios dirigentes expresaron su malestar en privado, pero no se atrevieron a manifestarlo en público.

No fue el caso del candidato de Arroyomolinos, donde hace unos días se constituyó una gestora tras la dimisión de varios miembros de la agrupación. El aspirante, Juan Carlos García, acusó a la dirección regional de llevar a cabo una vendetta por su oposición en las primarias. La lista de Torrejón de Ardoz también ha provocado malestar en el candidato local, Juan Vicente Espino, que amenaza con renunciar. "Purga y renovación", sostiene un destacado dirigente socialista. "Casi no queda rastro de los que apoyaron a Trini, pero entre los que respaldaron a Tomás han salido muchos", desliza. Entre ellos, Adolfo Piñedo o Livia Castillo, que pasarán a tener responsabilidades internas en el partido, según fuentes próximas al secretario general.

Lo cierto es que, tras su victoria del pasado otoño sobre Jiménez, Gómez ha reforzado su autonomía respecto a la dirección federal. También ha consolidado su poder interno. Con esta lista, el ex alcalde de Parla se blinda y echa por tierra cualquier conato de rebelión interna después de las elecciones autonómicas del próximo 22 de mayo. Por eso ayer se mostró conciliador. "Hoy estamos zanjando los temas orgánicos", dijo en su discurso, en que dedicó buena parte del tiempo a agradecimientos: "A los que han estado y van a seguir, a los que han estado y no van a seguir...". También lanzó un guiño de complicidad al aspirante a la alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky, con el que mantuvo un tenso pulso por la lista en los últimos días. A este le reconoció "su trabajo, talante, capacidad y amistad".El comité de ayer suturó, de momento, las profundas heridas abiertas durante las primarias. Gómez se ha quitado un peso de encima. Su mensaje ahora es transmitir que puede ganar. Considera que el Ejecutivo regional del PP de Aguirre sufre un severo desgaste y confía en tener una oportunidad para formar un gobierno de izquierdas. Por eso no se cansa de repetir que en las elecciones de Madrid se producirá una colisión entre dos modelos antagónicos: el neoconservador de Aguirre, y el socialdemócrata que él encarna. "No queremos ganar para ocupar un sillón y detentar el poder. Queremos ganar para cambiar Madrid", proclamó ante los cerca de 480 delegados que asistieron al comité regional.

Gómez, exultante por el apoyo recibido a su propuesta electoral, señaló: "Los socialistas lo somos por idealismo, nunca por cálculo, por rebeldía ante la injusticia. Ser socialista es la apuesta sistemática, constante, por el conflicto asimétrico. Es la apuesta por el más débil. Históricamente hemos apostado por los trabajadores frente a los capitalistas, por los sindicatos frente a la patronal, por las mujeres frente al machismo, por los diferentes frente a los normalizadores, por los que no tienen o no saben frente a los que tienen y saben", afirmó el secretario general, quien reconoció: "Por eso tenemos tantas cicatrices en esa batalla asimétrica. Por cierto, hemos demostrado una y otra vez que los socialistas somos capaces de ganar".

Además de la lista regional, el comité regional también ratificó por amplia mayoría las candidaturas de los municipios. Entre la treintena de intervenciones de delegados del PSM que ayer se produjeron en el comité regional, sólo cuatro fueron críticas con la dirección regional. Sin embargo, según Europa Press, el reproche más duro ha sido por mantener en su puesto a Trinidad Rollán, secretaria de organización del PSM, a pesar de estar condenada por un delito de prevaricación.