Rubalcaba rasca votos en la dividida federación madrileña

Alfredo Pérez Rubalcaba fue ayer a territorio hostil a vender su proyecto para liderar el PSOE: visitó la sede del Partido Socialista de Madrid (PSM), cuyo secretario general, Tomás Gómez, se enfrentó en 2010 a la dirección federal y expresamente a Rubalcaba durante las primarias para elegir candidato a las elecciones autonómicas. Gómez aún no ha dicho a qué candidato apoyará él ahora en la pugna por la secretaría general del PSOE —que se resolverá el 4 de febrero en un congreso en Sevilla—, pero todo el mundo lo sitúa junto a Carme Chacón, la rival de Rubalcaba. Ayer, el exministro se reunió con buena parte de los 79 delegados que Madrid envía al congreso —44 afines a Gómez, 35 a Rubalcaba— para rascar apoyos.

Madrid es una de las federaciones que acudirá dividida a Sevilla: los 35 delegados de la lista que encabezaba Jaime Lissavetzky sí están identificados con Rubalcaba; pero entre los 44 afines a Gómez podría haber partidarios de cualquiera de los dos candidatos, porque no han recibido un mandato claro. Gómez defendió ayer en Telecinco la opción de no tomar partido: “Los vamos a escuchar [a los dos candidatos], a ver qué tienen que decir, qué proyecto encarna cada uno, con qué equipos va a contar cada uno y, en función de eso, tomaremos una decisión”.

Y escuchando a uno de ellos, Rubalcaba, estuvieron los delegados en la sede del PSM durante más de tres horas. El encuentro fue “correcto” y “amable”, según varios asistentes. El exministro habló y escuchó preguntas. “No ha habido agresividad ni malos rollos”, coincidieron dos dirigentes de diferente adscripción. Rubalcaba aseguró que “en el PSOE no hay rubalcabismo ni chaconismo”, y que por tanto “todo el partido estará detrás de quien salga elegido”. También destacó que el PSOE debe cambiar su modelo porque hoy está “organizado territorialmente”, y la gente ahora piensa “sectorialmente: como la tele, con canales temáticos”.