"Respetamos la actuación de los jueces"

La Casa del Rey al conocer la imputación de Iñaki Urdangarin, duque de Palma de Mallorca y esposo de la infanta Cristina, la hija menor de los Reyes de España, ha declarado: "Como hemos dicho siempre respetamos la actuación de los jueces". No está previsto que desde el palacio de La Zarzuela se emita ningún comunicado sobre esta nueva situación de uno de los miembros de la familia real española que se produce 24 horas después de que la Casa del Rey haya hecho públicas sus cuentas anuales en un intento de dar más transparencia a la institución.

El Rey apartó el pasado día 12 de diciembre a Urdangarin de la vida oficial de la familia real y le recomendó que no viajara a España esta Navidad, por eso por primera vez en 14 años, los que lleva casado con la infanta Cristina, no cenó en la Nochebuena con los Reyes y el resto de la familia.

El duque de Palma ha conocido la noticia esquiando en una estación norteamericana con la infanta y sus cuatro hijos, Juan, Pablo, Miguel e Irene. La familia ha pasado la Navidad en Washington, donde ha recibido estos días la visita de unas hermanas. Desde el pasado lunes se encuentra con ellos la infanta Elena, que hasta ahora y desde que estalló la Operación Babel no había acudido a ver a su hermana. Sí lo hizo en cambio la Reina que acudió hace cuatro semanas a la capital estadounidense y se dejó fotografiar con la pareja, unas imágenes que fueron polémicas al ser interpretadas como un apoyo implícito de doña Sofía al duque de Palma.

En principio estaba previsto que la Reina se desplazara a Washington para pasar el Fin de Año con su hija y su familia, como ya hizo en 2011, cuando todos juntos celebraron la fecha en la casa de Pedralbes, convertida en uno de los focos de atención de la vida de lujos del duque.

Estos días previos a la imputación se ha visto a Urdangarin haciendo vida normal, practicando deporte, paseando con sus hijos a los que ha seguido recogiendo cada día del colegio, y con la infanta Cristina. Eso sí, su rutina cotidiana está siendo observada por una docena de fotógrafos llegados desde España en busca de instantáneas. El duque cuenta con seguridad oficial y privada para proteger su intimidad; también la tiene la casa en la que reside en una lujosa urbanización de la capital estadounidense.