_
_
_
_
ANA MATO |SANIDAD

La guardiana de Génova

Pocas personas en el PP conocen tan al detalle la estructura interna del partido

Ana Mato
Ana MatoGORKA LEJARCEGI

Pocas personas en el PP conocen tan al detalle la estructura interna del partido, cada una de las sedes, cada uno de los trabajadores y cada uno de los detalles necesarios para poner en marcha un acto público, un congreso o una convención.

Ana Mato (Madrid, 1959), ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, es, junto a Juan Carlos Vera o Juan Antonio Bermúdez, el aparato del partido, en el que lleva desde 1983, casi sin interrupción. Solo estuvo al margen el periodo que trabajó en la Junta de Castilla y León como miembro del gabinete del entonces presidente, José María Aznar (de 1987 a 1990), y la legislatura que fue eurodiputada (2004 a 2008).

Siempre se le ha identificado con Aznar, porque formó parte de su círculo de confianza. Entre 1996 y 2004 estuvo en todas las quinielas de ministrables, pero el entonces líder del PP prefirió tener a Mato en el partido, cuidando de la sede. Con la derrota de 2004, ella misma renunció a seguir en Madrid, por entender que el aznarismo debía retirarse de la primera línea, y, tras dudar si retirarse a la empresa privada, sopesando varias ofertas, fue eurodiputada. Pero Mariano Rajoy, aconsejado por Javier Arenas, la rescató en abril de 2004 como vicesecretaria de Organización, en busca de la eficacia y la garantía de discreción. Tanto se ganó su confianza que ha sido la responsable de la campaña electoral del líder del PP, la que ha terminado con la mayoría absoluta.

Rajoy ha encontrado en ella eficacia, fidelidad, discreción y dosis justas de ambición como para no pelear con otros dirigentes del partido por cuotas de poder interno. Tampoco ha tenido el más mínimo interés por tener cuota de pantalla y protagonismo público. Su trabajo es más interno que ante los medios.

Su actividad no ha estado exenta de polémica por la implicación de su ex marido, Jesús Sepúlveda, en el caso Gurtel y por declaraciones como las que ponían en cuestión el modelo educativo andaluz.

Es licenciada en Ciencias Políticas y en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid. Ejerció como profesora tutora en la Universidad a Distancia (UNED). Está divorciada y tiene tres hijos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_