El Consejo comarcal del Barcelonés gasta al año 240.000 euros en dietas
El presidente y los siete vicepresidentes del ente comarcal cobran 145.000 euros por asistir a plenos y comisiones
El Consejo comarcal del Barcelonès (CCB), entidad supramunicipal del área de Barcelona, dedica anualmente 240.000 euros a dietas y retribuciones para sus 39 cargos públicos. Se trata de indemnizaciones que los ediles reciben por asistir a las comisiones y plenarios de esta administración comarcal, muy cuestionada por las pocas competencias que tiene. Y es que en la conurbación de Barcelona coincide la existencia de los ayuntamientos, el consejo comarcal, el Área Metropolitana de Barcelona y la Diputación de Barcelona.
El consejo, que agrupa cinco municipios (Barcelona, Badalona, L’Hospitalet de Llobregat, Sant Adrià de Besòs y Santa Coloma de Gramanet) -lo que se traduce una población de 2,3 millones de personas- está presidido por Jesús Maria Canga, alcalde de Sant Adrià (PSC). Canga se encarga de presidir los diferentes órganos de gobierno que forman el Consejo: el pleno, las juntas de Gobierno y de Portavoces, así como las Comisiones informativas y de cuentas. Por su cargo como presidente de esta administración comarcal, Canga recibe un total de 31.000 euros anuales en dietas, que complementa su sueldo como edil de Sant Adrià (por ley los cargos electos solo pueden tener un salario público), que asciende a 55.000 euros.
El Consejo, que cuenta con un presupuesto de 25 millones de euros para este año, desempeña dos funciones principales: por una banda, el mantenimiento de las rondas de Barcelona y, por otra, la promoción urbanística a través de la empresa pública Regesa, que se dedica a la construcción de viviendas y de aparcamientos. El CCB también controla el 50% de la empresa Marina de Badalona (que aparece en el caso Pretoria por una operación urbanística), que gestiona el puerto deportivo y pesquero de esta ciudad.
A pesar de que sus competencias son reducidas, el Consejo cuenta con hasta siete áreas de gobierno (educación, juventud, promoción económica, etc.), comandadas por sus respectivos vicepresidentes, que perciben entre 14.000 y 17.200 euros en dietas, dependiendo de los órganos a los que asistan. Entre los que cobran de la franja alta destacan Jordi William Carnes, que a su vez es concejal socialista de Barcelona. Por esta tarea, Carnes recibe un sueldo superior a 75.000 euros (ver con detalle en el cuadro de la página siguiente).
En Tortosa, el 15-M ha recogido 1.700 firmas para que los políticos
Las dietas las cobran ediles de todos los colores políticos. Entre ellos, Maite Fandos (CiU), teniente de alcalde de Barcelona, que complementa su sueldo municipal de 98.200 euros con 17.000 euros en dietas del Consejo comarcal. El mismo monto en indemnizaciones perciben los concejales barceloneses Joaquim Mestre (ICV) y Jordi Portabella (ERC), que ya tienen un sueldo de 84.500 euros y 98.200 euros respectivamente.
El PP, a pesar de estar en la oposición, también se beneficia generosamente de las dietas del ente. Juan Carlos del Río, concejal de l’Hospitalet, cobra 12.700 euros por asistencias, que se suma a los 69.000 euros de su nómina municipal.
El Consejo comarcal del Barcelonès (CCB) es una de las administraciones más cuestionadas. Y es que la coincidencia en el mismo territorio de hasta cuatro administraciones diferentes he despojado de competencias el ente y el volumen de gestión es inferior al de consejos de otras comarcas. De hecho, un miembro del gobierno del CCB reconoce que solo el presidente, algunos de los vicepresidentes y portavoces de grupos “trabaja realmente”. “En total, solo cinco o seis de los cargos. El resto sí que hacen un poco de relleno”, añaden estas fuentes.
Otros ediles defienden su tarea en el Consejo. Tanto Jordi William Carnes como Jordi Portabella destacan que previamente a las juntas y comisiones se realizan muchas reuniones preparatorias e inciden en que no se puede equiparar el coste con el tiempo. “En una reunión de diez minutos puedes tomar decisiones muy relevantes”, recalca Carnes.
Por otra parte, los indignados de Tortosa han recogido 1.724 firmas para solicitar que los políticos de la ciudad se bajen el sueldo, informa Mercé Pérez. Con las firmas los integrantes del movimiento 15M promoverán una moción popular en el Ayuntamiento. El documento recrimina el sueldo del alcalde, Ferran Bel (CiU): “Es de casi 60.000 euros brutos anuales y tiene una dedicación del 75%; es decir, con el 100% el salario asciende a casi 80.000”, afirman en la carta de protesta. El texto también carga contra el teniente de Espacio Público del consistorio, Domingo Tomàs, que tiene dedicación exclusiva.
“Cobra 48.000 euros brutos al año”, explican los representantes de la acampada. Bel sostiene que son los sueldos más bajos desde hace 12 años. “La campaña es solo contra CiU, cuando algunos regidores de la oposición podrían llegar a cobrar más que el equipo de gobierno”, se defiende el alcalde. Bel afirma que en un futuro dejará de percibir su sueldo del consistorio para cobrar como senador. Los indignados, que iniciaron la recogida de firmas hace mes y medio, también aluden en el documento de la moción a otros políticos convergentes de Tortosa. “Meritxell Roigé cobra casi 80.000 euros brutos por ser diputada en el Parlamento y Pere Panisello más de 63.000 euros brutos de la Diputación de Tarragona”, citan los representantes del 15 M, mientras animan a las asambleas de otros munipios a iniciar campañas similares. Desde el Ayuntamiento explican que están comprobando la identidad de las 1.724 firmas presentadas. La moción popular se debatirá en el próximo pleno, fijado el 5 de diciembre.
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