El PNV recuperaría el Gobierno salvo un imprevisible pacto Amaiur-PSE

Desde el pasado domingo, el PNV ve más cerca la posibilidad de recuperar el Gobierno vasco, del que el lehendakari Juan José Ibarretxe fue desalojado en marzo de 2009 por la mayoría PSE-PP, a pesar de que ganó las elecciones autonómicas con 30 de los 75 escaños que componen el Parlamento vasco.

Una traslación automática de los resultados del 20-N provocaría en las próximas elecciones autonómicas en Euskadi, previstas inicialmente para 2013, un empate a 20 escaños entre PNV, que sería la fuerza más votada, y Amaiur. Los socialistas se quedarían con 18 de los 25 parlamentarios actuales, mientras sus socios del PP subirían de los 13 actuales a 15, quedando los dos restantes para IU. UPyD desaparecería de la Cámara, donde tiene un escaño por Álava. No obstante, la tipología de estos futuros comicios augura que el respaldo para las dos primeras formaciones nacionalistas podría ser aún mayor si se toma como referencia su holgada mayoría en las pasadas elecciones generales, ampliando así su sensible ventaja con respecto a los partidos que ahora sustentan al Gobierno de Patxi López.

Una previsible victoria en las próximas autonómicas aseguraría el poder al PNV, ya que solo un impensable pacto ahora entre Amaiur y el PSE-EE se lo podría arrebatar. Los nacionalistas, de hecho, trabajan con la hipótesis de mantenerse como la primera fuerza habida cuenta, dicen, de que la izquierda abertzale, a la que ya ganaron en las municipales del 22-M y en el 20-N, “ha llegado a su techo electoral sin que, además, la incorporación de Aralar le haya aportado rédito alguno”, subrayaba ayer un portavoz del EBB.

La principal incógnita radica en conocer cuándo se celebrarán las elecciones autonómicas. Mientras las dos principales fuerzas nacionalistas coinciden en urgir su adelanto “para así adecuar el Parlamento a la voluntad del pueblo vasco”, como dijo ayer Iñaki Antigüedad (Amaiur), desde el Gobierno vasco hay una firme convicción en agotar la legislatura para así “disociar”, según barajan en la dirección del PSE-EE, “lo que son unas elecciones generales de unas autonómicas”.

En el cuadro de situación del futuro Parlamento se debería contemplar hacia dónde van los votos que IU obtuvo el pasado domingo, habida cuenta de la profunda división que existe en ese sector, donde, de hecho, el grupo mayoritario asociado a Javier Madrazo no se presentó a las elecciones, a pesar de que la justicia le reconoce la representatividad, mientras su único parlamentario actual, Mikel Arana, es el jefe de la otra facción.