La Sala Penal del Supremo aplaza del juicio a Garzón al 17 de enero

La Sala Penal del Tribunal Supremo que tiene que juzgar al juez Baltasar Garzón por las escuchas del caso Gürtel decidió ayer aplazar el inicio del juicio oral, previsto para el 29 de noviembre, al 17 de enero, a la vista de que Garzón ha recusado a seis de los siete magistrados que deben formar parte del tribunal. Según la sala, al ampliarse la recusación inicial de cinco a seis magistrados, resulta imposible celebrar el juicio oral en la fecha prevista, y se señala el 17 de enero a las 10.30 de la mañana. Pese al aplazamiento del juicio contra Garzón por las escuchas Gürtel, continúa sin señalarse el de la investigación de los crímenes del franquismo, que lleva pendiente mucho más tiempo.

El pasado jueves, Garzón amplió la recusación de cinco de sus jueces al magistrado Manuel Marchena, quien además de ser instructor de la causa contra Garzón por haber dirigido dos cursos en Nueva York patrocinados por el Banco de Santander, también tiene que juzgarle por las escuchas a los corruptos del caso Gürtel en prisión.

El defensor de Garzón para el caso de las escuchas Gürtel, Francisco Baena Bocanegra, planteó la recusación porque “si ya es un caso extraordinario, al menos en la historia judicial española, que ante un mismo tribunal se sigan al mismo tiempo simultáneamente –y no sucesivamente— tres causas contra el mismo aforado por el mismo delito de prevaricación, no menos extraordinario es que un mismo juez pueda ser instructor de una de ellas y, simultáneamente, forme parte del tribunal que ha de enjuiciar al mismo aforado en otra de dichas causas”.

Paralelamente, la sala ha ordenado tramitar la recusación del instructor del caso Nueva York, Manuel Marchena, para lo que da un plazo de tres días al fiscal y las partes para que digan si se adhieren o se oponen a la recusación.

Al mismo tiempo, la sala suspende el plazo para que los magistrados digan si aceptan o no la recusación. Ese plazo se reanudará cuando el fiscal y las demás partes emitan sus informes sobre la recusación de Marchena.

Prejuicios

A primeros de noviembre, Garzón recusó al presidente de la Sala Penal, Juan Saavedra, al ponente José Manuel Maza y a los magistrados Julián Sánchez Melgar, José Ramón Soriano y Perfecto Andrés Ibáñez por falta de imparcialidad objetiva para juzgarle por las escuchas. A Andrés Ibáñez también le recusó por animadversión manifiesta, por haber publicado un artículo en la revista de Jueces para la Democracia en el que incurría en “valoraciones y juicios” que ponían de relieve la “predisposición de ánimo y los prejuicios” que el magistrado del Supremo alberga hacia el juez imputado.

La Fiscalía del Supremo apoyó la recusación de los cinco magistrados por guardar una gran similitud con la que se planteó en la causa por la investigación de los crímenes del franquismo, en la que la Sala Especial estimó los recelos de Garzón hacia sus jueces y los apartó del tribunal, sustituyéndolos por otros.

En el caso de la recusación del juez Perfecto Andrés Ibáñez, el fiscal informó de que la simple lectura del artículo publicado en la revista de Jueces para la Democracia “evidencia prejuicios suficientes” para que Perfecto Andrés “no participe en el enjuiciamiento” de Garzón.