“No se enseña a pensar"

El jueves vuelven a tomar las calles. Los estudiantes quieren que el eco de sus voces aún resuene el domingo, cuando millones de españoles están convocados a las urnas. Decenas de organizaciones universitarias que llevan años luchando por un modelo alternativo de educación y que se han sumado a la corriente del 15-M han convocado a los ciudadanos a manifestarse el próximo día 17 contra la “ofensiva neoliberal” y en defensa de una enseñanza universal, pública y con suficiencia financiera.

Manuel Gómez, estudiante de Filosofía de último curso, integrante de Movimiento de Acción Estudiantil (MAE), de la red de organizaciones Estudiantes en Movimiento y delegado del Consejo de Alumnos de la Universidad de Sevilla, es uno de los convocantes de la huelga. Cree que el sistema actual es una “fábrica de precarios” y las reformas que se promueven desde la implantación del plan Bolonia llevan la enseñanza hacia un modelo mercantil y empresarial de la educación.

Sus reivindicaciones no son nuevas. Comenzaron con las protestas contra el modelo europeo y se consolidaron durante las asambleas de 2007 y 2008 contra el Gobierno y los rectores, cuando ensayaron con éxito las primeras movilizaciones a través de Internet. La última mecha se encendió en la Asamblea de Estudiantes y Profesores de Cataluña, pero el combustible está latente en todas las universidades, donde surgen numerosos movimientos que exigen una reforma “dialogada” para conseguir una “educación integral”.

“No se enseña a pensar”, lamenta Manuel Gómez como resumen de uno de los defectos, en su opinión, del actual modelo. Además, considera que este sistema, con las nuevas leyes educativas y los recortes, desembocará sin remedio en una proliferación de la enseñanza privada, antesala del fin de las instituciones públicas y del acceso universal. Asegura que sus temores, compartidos por miles de estudiantes, se pueden comprobar en el plan Estrategia Universidad 2015.

En el último encuentro de estudiantes, celebrado hace 15 días en Sevilla y al que asistió una activista de Chile, se analizaron los motivos para la huelga y se aprobó una tabla reivindicativa que articulará la protesta de este jueves. Entre otras exigencias, los estudiantes reclaman: aumento de la inversión hasta alcanzar la media de la OCDE, eliminación de cualquier subvención a la enseñanza privada, congelación y reducción progresiva de las tasas hasta su eliminación, aumento de las becas, rechazo “absoluto” de los consejos sociales y mayor participación y democracia en la gestión de la universidad.