'SpanishRevolution'
Ana Alleres, diseñadora de moda en paro, una de las responsables de la viralidad del 15-O
Es @acampadaSol, @takethesquare en Twitter y Acampadasol, spanishrevolution y takethesquare en Facebook. O por lo menos, parte de quien sostiene en estas dos redes (sobre todo en Facebook) y en las webs la viralidad del espíritu de lo que se ha denominado 15M, término del que ella, Ana Alleres, abomina. Lo que empezó hace cinco meses con una manifestación masiva y una acampada en el corazón de Madrid aboca hoy a la movilización planetaria del 15-O. Forma parte del éxito de difusión en redes (así se llama precisamente el grupo del que forma parte) del movimiento que pretende un cambio profundo de la sociedad.¿Algo que ver con el periodismo o el mundo de los community managers? En absoluto. Ana tiene 34 años, es diseñadora de moda en paro. Y forma parte del grupo de ocho personas que manejan las redes. Entre ellos, un científico, un periodista, un informático y una filósofa que ser reúnen semanalmente para intercambiar información. Rechaza ser fotografiada.
“Tenemos un pequeño código. Hablamos en plural, de forma inclusiva, no se opina”, explica Ana. Han consensuado lo que denominan Tuit atribuciones, una suerte de código de comunicación y conversación: retransmiten las asambleas y los acuerdos que de ellas salgan, desmienten toda acción o propuesta que sea atribuida a ellas sin que haya habido consenso, además de “canalizar y amplificar el descontento social que lleva al 15M”. Para ello difunden noticias de prensa sobre casos de corrupción, abuso de poder, privatización de bienes comunes, “tejemanejes público-privados, #sueldazos”, ejemplifican en sus propias instrucciones, además de “acciones significativas que sin contar con el consenso de las asambleas de Sol, sean claros casos de autoorganización social crítica” que reflejen la capacidad nacida el 15M de intervenir u reaccionar. Y citan casos concretos como las acciones anti desahucios, los movimientos para evitar redadas contra inmigrantes o los pacientes de un centro de salud que tratan de evitar su cierre.
Ana acudió a un reciente congreso de periodismo digital en Huelva. En el foro se reprochó al 15M haber impedido en algún caso informar a los reporteros sobre las acampadas, manifestaciones y otras movilizaciones. En el mismo lugar, se reprochó a los medios de comunicación la tardanza en informar del movimiento y la incomprensión de su esencia. Ella asegura que la autocrítica está siempre presente dentro de los integrantes de Acampada Sol, y también el aprendizaje. “Los medios de comunicación no son malos", dice, "son buenos. Son más necesarios que nunca”.
El pelo rizado, las uñas de los pies cuidadosamente pintadas en tono oscuro, ligero acento gallego. Un ERE la dejó en la calle hace más dos años, después de cuatro de trabajo en una gran empresa de Galicia. “Me niego a recibir un sueldo ínfimo, poco digno”, explica con sencillez. Ahora aprende diseño gráfico y web, además de comunicación de moda y ha sido muy activa en el centro Tabakalera, donde diseñó el logo del canal televisivo Tabacanal. Conoció Democracia Real Ya a través de un programa de radio. De allí a la calle, el 15 de mayo de 2011. Esa noche nació la primera cuenta de Twitter: @acampadasol. El mensaje inicial decía: "Acabamos de acampar en la Puerta del Sol de Madrid, no nos vamos hasta que lleguemos a un acuerdo. #acampadaSol".
En los 10 días siguientes habían abierto 11 altavoces entre cuentas de Twitter, páginas de Facebook (ella protagonizó el nacimiento de Spanishrevolution en la red de Zuckerberg) y dominios web. Y además, algo que ella se encarga de destacar: “El traslado de casi toda nuestra comunicación” a la red social independiente N-1. Antes de la acampada tenía 2.000 usuarios y ahora cuenta con 31.181 “habitantes”.
A partir de entonces, Ana ha afrontado diariamente el trabajo, junto a sus compañeros, de conversar, sobre todo en Facebook, donde la comunicación “es más pausada, con más feedback y más larga”. Y también durante las jornadas de protestas ciudadanas, como la del 19-J.
¿Qué hará hoy? “Simplemente salir a la calle, sin estar pendiente de las cuentas”, concluye desvelando cierto alivio.
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