López justifica que el PSE vaya al foro de la paz para comprobar si es propaganda

La súbita presencia del PSE-EE en la conferencia internacional de paz sobre el final de la violencia de ETA obligó ayer al lehendakari, Patxi López, a reaccionar desde Tejas, primer destino de su viaje institucional a Estados Unidos junto a un centenar de empresarios vascos. López, que inicialmente había dado la bienvenida a “cuantos quieran trabajar por la paz”, también advirtió del riesgo de propaganda en favor de la izquierda abertzale con este tipo de iniciativas. Por eso, tampoco tuvo que modificar en exceso su discurso para admitir la presencia de sus compañeros en la cita del próximo lunes, en San Sebastián.

El PSE-EE acudirá “a decir lo que piensa y a comprobar que la iniciativa, de verdad, sirve para la paz”, precisó. “En ese caso será bienvenida pero no lo será tanto si es solo más propaganda de la izquierda abertzale”, añadió. “Queremos estar allí para comprobarlo”, subrayó el lehendakari, dejando caer que podría tratarse de un capítulo más perfectamente diseñado para arropar un nuevo comunicado de la banda terrorista que no sea el que los partidos políticos y la sociedad espera, el del abandono total y definitivo de la violencia.

En su comparecencia de urgencia en un hotel de Dallas, el lehendakari respondió a quienes desde las filas del PNV le han espetado que “la economía puede esperar” a modo de crítica por no haber suspendido la misión en la que le acompañan un centenar de empresarios vascos. Según dijo López, “la pluralidad está garantizada con la presencia del PSE” en la conferencia y es perfectamente compatible con la acción del Gobierno “buscando el crecimiento económico y oportunidades de negocio para las empresas. Tenemos una urgencia especial también para hacer crecer a Euskadi y a la economía vasca”, añadió. A la pregunta de si hablaba de esta cosas con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el lehendakari respondió: “Confesaré que hablo más con el candidato Alfredo Pérez Rubalcaba”.

En su ausencia, el PNV mantiene la presión para conseguir la mayor implicación institucional en esta conferencia. Desinflado el ataque que habían iniciado contra el lehendakari ya que la representación socialista está asegurada, Iñigo Urkullu pretende que López y la presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga, reciban el próximo lunes a los participantes extranjeros en el foro de San Sebastián, y cuya identidad será desvelada hoy por los organizadores en el transcurso de una rueda de prensa convocada por la red social vasca Lokarri, una de las entidades promotoras de la iniciativa. La presencia del lehendakari en Estados Unidos desbarata, obviamente de antemano, la exigencia del presidente del PNV. “Merecen que les abramos la puerta, que sepan de nosotros nuestra verdad y tomen conciencia del ansia de paz y convivencia lastrado por una organización terrorista”, justificó Urkullu en su petición.

Mientras, el presidente de los socialistas vascos, Jesús Egiguren, entiende que su partido no puede quedarse fuera de un escenario del que podría salir una exigencia internacional a ETA para que cese su actividad criminal. Bajo esta tesis, reclamó del PP su presencia aunque obtuvo la negativa de su líder, Antonio Basagoiti, en una respuesta inmediata. Los populares vascos, que mantienen el tono de crítica moderada a la conferencia, sostienen que “Eguiguren se equivoca como hizo en Loyola o en Lizarra” y le atribuyen “esta irresponsabilidad” de acudir a un encuentro, al que Basagoiti identifica con “hacer campaña a Batasuna y dar razones a los motivos o pretensiones políticas de la banda con tal de posicionarse de manera sensata”.

La conferencia de paz pretende aprobar resoluciones en las que reclamará a ETA su fin, y al Gobierno central su implicación, según se van recibiendo en los últimos días. Los organizadores esperan la participación de 50 personas en el foro que ha provocado el interés de 60 medios nacionales y extranjeros.