“La condena a Otegi no acompaña a los tiempos que estamos viviendo”
“El camino de la paz es la integración del mundo radical” “Lo siento, la esperanza de paz ha coincidido con esta campaña”
El lehendakari no ha sido uno de los protagonistas evidentes de la conferencia política que el PSOE ha celebrado en Madrid este fin de semana. No ha sido ni ponente ni coordinador de ninguna comisión. Su trabajo fue provocar esta convención. Sucedió antes del verano, cuando dinamitó las opciones de Carme Chacón a presentarse al reclamar un debate de ideas y no de nombres y un congreso para resolver aquella crisis. No hubo congreso, sí esta conferencia. Dice que está contento, pero que ahora hace falta más. Y habla sin tapujos sobre el final de la violencia en Euskadi.
Pregunta. Esta conferencia la provocó usted en mayo cuando pidió que el PSOE se olvidara del debate nominal y se centrara en las ideas. Terminada la conferencia ¿ha cumplido ese objetivo?
Respuesta. No creo que la provocara yo. Es la conferencia que necesitaba el partido: elaborar propuestas para hacer una oferta a los ciudadanos desde una opción de izquierdas y progresista. Lo bueno es que no solo la hemos hecho los militantes del PSOE, sino que la hemos abierto a otra gente que ha enriquecido nuestro proyecto. Es un primer paso. Hay cosas que tenemos que decidir en un futuro congreso, como el modelo de partido. Tenemos que repensarnos permanentemente.
P. A un mes y 18 días de la cita electoral, ¿esta conferencia ha servido para algo al candidato? ¿Le ha servido para presentar una oferta distinta y ponerse en disposición de plantear una batalla que parecía imposible?
El camino de la paz es la integración del mundo radical en la democracia
R. Sí. Y también para evidenciar ante la ciudadanía que el candidato es alguien que tiene detrás un proyecto. Buena parte de las grandes propuestas de esta conferencia las ha elaborado él y ahora de lo que se trata es de, una vez que tenemos un gran candidato y un gran programa, hacer entender a los ciudadanos qué necesita este país. Lo que está en juego son dos modelos radicalmente diferentes de enfrentarse a la crisis.
P. ¿Pero no cree que el PSOE tiene un problema? El PP les recuerda constantemente que gobiernan y por qué no hicieron antes lo que ahora proponen.
R. Es verdad, como dice Alfredo, que hemos tenido que tomar las decisiones en las circunstancias que nos han sobrevenido, porque la crisis de carácter internacional a todos nos condiciona nuestras propuestas. Pero él mismo dice que hemos pasado una etapa de resistir a esos condicionantes, de sostener el país y su economía y ahora hace falta pasar a una etapa que, también en medio de una crisis, nos haga mejorar el Estado de bienestar y las políticas que nos permitan salir de la crisis.
P. Alguna gente, antes de la conferencia, veía al PSOE alicaído. ¿Usted nota al PSOE en disposición de plantear la batalla?
R. Sí, y además en Euskadi yo no había advertido esto. Porque la militancia vasca está no solo cohesionada como nunca, sino motivada. Lo que he visto aquí es gente que ha venido a debatir ideas, y con el contraste uno se rearma también ideológica y moralmente. Estoy convencido de que si había decaimiento ahora salimos de la conferencia más reforzados para conquistar la calle.
No deberíamos caer en la estrategia de comunicación de ETA
P. ¿Qué tipo de campaña propondría a su partido y al candidato para plantear esa batalla?
R. No soy muy experto, pero cualquier campaña del PSOE necesita una gran movilización, tener el partido bien engrasado. Para nosotros estas grandes campañas de marketing no sirven. Necesitamos una militancia dispuesta a salir a hacer el puerta a puerta. Y, por lo tanto, creo que el partido tiene que tener dos campañas: la del candidato, que me parece fundamental para contrastar con el del PP, en la que tenemos muchas ventajas; y la de un partido movilizado que sale a la calle sin complejos a contar nuestros proyectos.
P. ¿Con opciones de ganar?
Sería irresponsable que el PP impidiera el camino a la libertad en Euskadi
R. Siempre con opciones de ganar.
P. ¿Incluso ahora, con esta crisis y con esta situación?
Lo siento, pero la esperanza de paz ha coincidido con esta campaña
R. Sí, si somos capaces de trasladar a la ciudadanía que está en juego algo muy importante, que es cómo salimos de la crisis y cómo hay dos modelos para ello. Uno el que, a pesar de la crisis, sostiene las políticas sociales que hacen que este país no lo sea de dos velocidades y no deje a nadie abandonado. Y otro, que se aprovecha de la crisis para ir desmantelando lo público, que tanto nos ha costado construir. No hay más que ver cómo está actuando el PP en las comunidades que gobierna y qué hacemos los socialistas que gobernamos. Hay una diferencia radical en este asunto.
P. Se habla de tres millones de abstencionistas, respecto a 2008. De otro millón que puede irse a grupos de izquierda y otro más hacia la derecha. ¿Es posible dar la vuelta a las encuestas?
R. Se habla pero yo creo que si somos capaces de trasladar que este es el partido que garantiza de verdad, porque tiene posibilidades y peso para hacerlo, ese modelo social de la salida de la crisis, una salida con valores, una salida también ética, de la crisis, creo que habrá mucha gente que en las anteriores elecciones nos abandonó y se alejó de nosotros que llegue a entender que efectivamente somos su única esperanza porque si no estarían seguramente huérfanos de referencia política.
Hoy en Euskadi nadie defiende públicamente el terrorismo
P. ¿Qué se ha hecho en el Gobierno del lehendakari Patxi López evidente que sea un contraste con el modelo del PP de recortes sociales?
R. Gobernar siempre es priorizar, pero lo es más en tiempo de crisis y uno debe de poner las prioridades donde le lleva también su ideología. En Euskadi, las prioridades las hemos puesto en la educación, en la sanidad, en las políticas de empleo y en las que fomentan el crecimiento económico.
P. ¿Puede dar ejemplos concretos?
R. En educación, en Euskadi no solo no hemos recortado ninguna prestación, sino que hemos introducido el trilingüismo, 60.000 ordenadores personales para los alumnos, más becas y actuaciones en idiomas extranjeros, de los que se benefician 27.000 alumnos más, que para Euskadi son muchísimos. Lo hemos conseguido recortando el gasto superfluo porque el presupuesto de educación sí ha bajado, con eficiencia y productividad. En sanidad no solo no hemos recortado. Tenemos 40.000 actuaciones médicas más y millón y medio más de recetas. Y, además, nos hemos enfrentado a una reforma profunda para atender a los enfermos crónicos, la gran derivada del envejecimiento de la población. Lo hemos hecho con un 3,5% o 4% menos de presupuesto, con una mejora de la productividad de la sanidad vasca con ahorro en gasto farmacéutico.
P. ¿El modelo Patxi López puede ser un modelo a exportar por Rubalcaba?
No neguemos a la izquierda ‘abertzale’ si está dispuesta a cumplir las leyes
R. Bueno, es que yo coincido con muchas de las propuestas que ha hecho Alfredo. Y en una en especial, quiero decir, en estos tiempos en los que todos hemos dicho que hay que controlar el déficit y que tenemos que ajustarnos a los parámetros que nos manda la Unión Europea, uno no puede fijarse solo exclusivamente en la política de gastos, porque si ajustas gastos al final sí que acabarás tocando el hueso de la educación o de la sanidad.
Tiene que fijarse también en la política de ingresos, y en poner en marcha una fiscalidad más justa, más equitativa, que combata más el fraude y que nos permita sostener el país. De esto no quiere ni oír hablar la derecha, porque ayer mismo le oí a Rajoy otra vez que va a desgravar no sé qué y a hacer exenciones no sé cuál, pero nos tendrá que decir entonces con qué recursos públicos podemos hacer las políticas de educación, o las de sanidad o las de empleo. Porque lo demás es demagogia y en este momento hay una necesidad de que todo el mundo aporte solidariamente al país y más los que más tienen y yo creo que Alfredo cuando hace las propuestas y las acompaña de dónde va a sacar los recursos, me parece que está acertando.
P. Parece que en muchas ocasiones Patxi López es el ariete que pone en suerte al candidato Rubalcaba muchas cuestiones. ¿Esta semana aparece por ejemplo con la propuesta de paz y convivencia que ha formulado en el debate de política general del País Vasco y algunos sectores de la derecha en España interpretan que le está facilitando la posibilidad de meter en campaña electoral el tema de la lucha antiterrorista como el gran éxito de Rubalcaba?
R. No, en absoluto. Y además yo me niego y siempre he denunciado que se utilice el terrorismo o las víctimas, cuando se han utilizado las víctimas, para obtener votos. Me parece denigrante. Otra cosa es que los acontecimientos están coincidiendo con una campaña electoral. Lo siento, pero en Euskadi tenemos, yo creo que la inmensa mayoría de la sociedad vasca, la esperanza de que estemos ante el final del ciclo terrorista y ante el inicio de un nuevo tiempo de libertad y de concordia ciudadana y ante eso cada uno tiene que asumir su responsabilidad y adoptar las decisiones que le corresponden. Ha coincidido en esta campaña, lo siento, pero desde luego aborrezco que se utilice este asunto para ganar votos.
P. De hecho en su intervención el otro día cuando presentó su compromiso como usted le llama, daba por hecho prácticamente el final del terrorismo.
R. Creo que se me interpretó mal en el sentido de que dije. Lo repito, el terrorismo tal y como lo hemos conocido ha terminado para siempre, porque el terrorismo no solo era una banda que se dedicaba a asesinar, era mucho peor, porque detrás llevaba un proyecto totalitario, excluyente, su violencia no era aleatoria, sino que tenía objetivos claros para acallar al que pensara diferente. Y otra cosa todavía peor, tenía gente en Euskadi que apoyaba que se asesinara. Hoy en Euskadi no hay nadie que públicamente defienda la violencia del terrorismo. Hoy en Euskadi no hay un solo espacio para el proselitismo de una banda terrorista y eso es un cambio radical y sustancial y por lo tanto ese terrorismo con apoyo social ha terminado y eso ha sido gracias a que la sociedad vasca ha puesto pie en pared y ha dicho: mira, no estamos dispuestos a ceder a ningún chantaje y no vas a conseguir nunca absolutamente nada y a los que estaban en la otra parte: si queréis existir tenéis que asumir los principios y los valores de la democracia y las reglas de la democracia.
P. Han aparecido en muy poco tiempo el comunicado de los presos de Nanclares ya claramente disidentes, el comunicado del colectivo más importante de presos de ETA, la disolución de Ekin, ahora un nuevo comunicado de la banda terrorista. En apenas una semana han sucedido cosas que seguramente en Euskadi en otra época no se habrían soñado en años. ¿Y usted sostiene que esto es una casualidad?
R. He dicho que es una casualidad que coincida con la campaña electoral. Pero también es verdad que hemos visto en otras ocasiones cómo ETA ha tenido su propia estrategia casi de comunicación. Pero no debiéramos caer en esa trampa como pasó con Bildu en mayo. Me gustaría que no volviéramos a repetirlo. Todo el mundo hablando de esto para que ellos sin moverse del sitio acaben concitando un respaldo social que no se merecen.
P. Usted ha planteado un relato común a compartir entre todos los partidos vascos sobre el pasado de violencia. ¿Va a contar con todos incluida la izquierda abertzale?
R. Es fundamental preservar la memoria si queremos construir un país con valores. Un país que se construye sin memoria, en nuestro caso sobre la de los asesinatos, no hubiera existido y volviéramos para atrás. La memoria debería ser el muro que impida pensar que el que asesina porque piensa diferente es un héroe. Y el relato tiene que basarse en la verdad, y tener una visión común. El asesino y el verdugo nunca podrán ser la víctima. El asesino siempre será el asesino y la víctima siempre será la víctima. Pero es verdad que debemos compartir unas bases mínimas sobre el reconocimiento de las víctimas pero no solo las de ETA sino también las del GAL o las de quienes en su tiempo sufrieron torturas.
P. ¿Cree que van a aceptar esa base común la izquierda abertzale y el PP?
R. Tenemos la obligación no solo de intentarlo sino de conseguirlo. Porque a partir de ahí tenemos que dar pasos para asentar una convivencia de respeto y tolerancia. Cuarenta años de violencia en Euskadi han dejado posos de intolerancia y fanatismo y odio y eso vamos a tener que desterrarlo. Espero lograrlo a medio plazo. Todos tenemos que aportar nuestro grano de arena, no desde el olvido pero tampoco desde la venganza.
P. ¿Qué se puede hacer desde el Gobierno vasco para acelerar el fin de ETA?
R. Tener muy claro por qué hemos llegado hasta aquí. Con nuestra política de firmeza democrática. No pensar que esto es una concesión graciosa de una banda terrorista. Tenemos que tener claro que el abertzalismo radical se ha visto obligado por la sociedad a moverse. Tampoco hay que precipitarse porque cada paso que demos tiene que ser un paso que se consolide y que no pueda tener vuelta atrás y para eso necesitamos inteligencia. Tenemos que tener claro que el camino es el de la integración de ese mundo en la democracia. Y ese será el gran triunfo de la democracia que no puede tener muros insalvables y que a ese mundo al que siempre le hemos dicho que cumpla las leyes cuando estén dispuestos a hacerlo no se lo impidamos o lo neguemos.
P. ¿Qué le dijeron Zapatero y Rubalcaba cuando les consultó sobre su plan?
R. Es un compromiso que ha puesto en marcha el lehendakari y el Gobierno vasco y que está hablado con nuestra gente de Euskadi. Les comenté lo que íbamos a hacer y estuvieron de acuerdo.
P. ¿Vamos a ver un comunicado de ETA anunciando el cese definitivo de la violencia antes de las elecciones vascas?
R. Ojalá. Pero no parece probable. Reniego bastante cuando algunos dicen que esto tiene que ser una paz con vencedores y vencidos. Aquí tiene que haber un vencedor claro, que es la democracia, que ha vencido al terrorismo. Lo contrario sería construir una sociedad con valores amorales. Algunos piensan que el final del terrorismo tiene que ser como una niebla que se va disipando y un día de repente no existe, pero esto no suele suceder así. Lo que tenemos que hacer es que la niebla se siga disipando y que no tenga vuelta atrás.
P. ¿Espera que se acabe antes de las elecciones vascas de 2013?
R. Arriesgar a fijar tiempos nos ha llevado a frustraciones y no me gustaría que volviéramos a repetirlas. Tenemos que dejar claro que seguimos avanzando en la buena dirección y que esa esperanza que tiene toda la ciudadanía vasca de que estamos al final del ciclo se produzca cuanto antes.
P. ¿Le preocupa lo que pueda pasar si Rajoy gana el 20-N y en el final del proceso hay en La Moncloa un Gobierno del PP?
R. Sería de una irresponsabilidad de tal calibre utilizar los mecanismos del Gobierno para contentar o quedar bien ante alguna gente del PP enrocada, que impediría la libertad en Euskadi, y que no puedo contemplar. Antonio Basagoiti hizo el otro día un discurso inteligente en el que también se abrió a la esperanza. También dijo que él creía que estábamos abriendo un nuevo tiempo. Y eso supone un avance. Y, además, no se podría hacer nada de eso sin contar con el Gobierno vasco.
P. ¿Hay colaboración entre ETA y la izquierda abertzale o hay tensión en este momento?
R. Siempre ha habido tensiones, siempre ha habido estrategias concertadas, pero lo que caracteriza a este tiempo es que antes siempre era ETA la que se imponía a la izquierda abertzale. Ahora parece ser que es esa izquierda abertzale, que quiere hacer política, la que está imponiendo su estrategia y su camino. Y esto, si es así, es una buena noticia.
P. ¿Qué le parece la sentencia condenatoria a Otegi por el caso Bateragune?
R. Hay un recurso ante el Tribunal Supremo, a quien corresponde adoptar la decisión. Nosotros siempre acatamos las decisiones judiciales. Pero es evidente que la sentencia de Bateragune no ha sido entendida por mucha gente del País Vasco porque no es una decisión que acompañe a los tiempos que estamos viviendo y ha causado no solo sorpresa sino en algunos colectivos frustración e indignación. Lo importante fue la respuesta del propio Otegi que dijo que este tipo de cosas no van a impedir la apuesta por la política.
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