El PSOE critica la falta de conexión con la región del Gobierno de Cospedal

En su balance de los 100 primeros días de gobierno de la nueva Junta de Castilla-La Mancha, dirigida por la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, el PSOE, además de en la gestión política de la comunidad, ha querido hacer hincapié en los miembros del Gobierno y sus altos cargos. El expresidente José María Barreda ha llamado la atención sobre el hecho de que muchos de ellos proceden de fuera de Castilla-La Mancha y que, al no haber tenido ninguna clase de contacto con la comunidad, son desconocedores de los problemas de sus ciudadanos y de la idiosincrasia y funcionamiento de la Junta.

Los socialistas han elaborado un exhaustivo informe en el que se destaca que de los 54 viceconsejeros y directores generales de la Junta, 22 proceden de fuera de la comunidad y tampoco residen en ella, el 40%. De los siete consejeros, dos de ellos, el de Economía, Diego Valle, y la de Fomento, Marta García de la Calzada -abogada del Estado y compañera de pupitre de Cospedal-, residen en Madrid.

De ellos, al menos nueve habían ejercido cargos públicos con Esperanza Aguirre en el Gobierno de la Comunidad de Madrid  y tres ocuparon puestos de responsabilidad durante los mandatos de José María Aznar.

El PSOE ya hizo notar ayer su malestar por el hecho de que buena parte del Gobierno de Castilla-La Mancha no tenga arraigo con la comunidad. Durante la sesión que se celebró en las Cortes reprocharon al titular de Economía que se ocupe de las finanzas de la región y, sin embrago, tribute fuera de ella.

Barreda no solo ha criticado la presencia de tantos altos cargos de fuera de la comunidad en la Junta. También ha lamentado la continuada ausencia en la región de su presidenta, más ocupada en sus tareas como secretaria general de los populares que en su labor al frente del Gobierno regional. El dirigente socialista asegura que en estos 100 primeros días, Cospedal se ha mostrado incapaz de compatibilizar ambas responsabilidades y le ha reprochado que se preocupe más de la dirección del PP que de los problemas de Castilla-La Mancha.