Zapatero se despide del Senado lamentando no haberlo reformado
El popular Pío García- Escudero le desea “lo mejor” y le agradece que compareciera en la Cámara
Solían protagonizar encendidos debates en los que siempre se colaba algún insulto, una vez al mes en el Senado. Uno llamó al otro “boxeador grogui que da puñetazos al aire”, “embaucador”, “despilfarrador” y “genio del transformismo político”. Pero esta tarde, en la Cámara alta, el portavoz del grupo popular, Pío García-Escudero y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, parecían dos viejos amigos. En su último duelo en la cámara –era la última comparecencia de Zapatero- ambos han reconocido que los insultos lanzados y las consecuentes reprimendas del presidente de la cámara, Javier Rojo, eran gajes del oficio. Concesiones al espectáculo parlamentario.
“Pese a la lógica discrepancia, siempre me ha merecido usted el máximo respeto”, le ha dicho esta tarde Pío García- Escudero a Zapatero tras recordar cómo sus enfrentamientos habían pasado de la variedad de la primera legislatura socialista (Estatuto de Cataluña, política antiterrorista, inmigración…) a la monotonía de la segunda: crisis, crisis y crisis. El popular agradeció a Zapatero que hubiese decidido comparecer una vez al mes en el Senado, “una iniciativa que ha sido muy beneficiosa para la cámara”, y le reprochó que no hubiese encauzado la reforma constitucional del Senado o que hubiese hecho lo mismo que le había criticado al expresidente José María Aznar: ”Convocar el debate sobre el estado de las autonomías solo una vez en dos legislaturas”. Pero añadió: “Le deseo a usted todo lo mejor en los aspectos personal y familiar y que en el futuro, alcance usted todo lo que se proponga”.
Zapatero agradeció las palabras cariñosas del senador popular y pasó por alto los reproches, salvo un “usted ha sido muy duro conmigo”, que de la manera en que lo dijo parecía otro elogio entre contrincantes. El presidente lamentó no haber llevado a cabo la reforma constitucional de la cámara alta durante sus dos legislaturas: “No hemos conseguido ese objetivo para que el Senado juegue el papel que debe jugar. Deseo que se pueda hacer en la próxima legislatura, aunque no va a ser fácil”, dijo. Y lanzó otro guiño a su adversario a cuenta del debate sobre el estado de las autonomías: “Cuando lo convoqué por primera vez, entendí por qué Aznar no había hecho más”.
Finalizado el último (no) duelo entre García-Escudero y Zapatero, el presidente respondió a las preguntas del senador Narvay Quintero, de Coalición Canaria, y José Manuel Pérez Bouza, del BNG, que aprovecharon su último cara a cara con el presidente en el Senado para recrimininarle los compromisos incumplidos con sus respectivas comunidades. Así, Pérez Bouza, hizo referencia a las fechas de llegada de la Alta Velocidad a Galicia, y Narvay Quintero, a las subvenciones al transporte. Zapatero aseguró que en diciembre “estarán funcionando casi 300 kilómetros de los 650 que unen A Coruña-Madrid, el 45% del trazado de la línea de Alta Velocidad”. “Hemos invertido en Galicia 12.224 millones de euros en los últimos siete años”, añadió. Aunque no quiso pillarse los dedos. “¿Es esto un compromiso? Es un objetivo”, aseguró.
Tras responder a las tres preguntas, los senadores socialistas se han puesto en pie para aplaudir al presidente. Al salir, Zapatero no ha querido responder a preguntas de los periodistas, aunque se ha parado a charlar con la senadora socialista y alcaldesa de Villablino (León), Ana Luisa Durán, quien también ha aprovechado para preguntarle por lo suyo: la construcción de un parador. “Haré todo lo que esté en mi mano”, le ha prometido el presidente.
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