La Generalitat rechaza la reforma y fijará en una ley su techo de déficit

El Gobierno catalán ha expresado este mediodía su rechazo formal a la reforma de la Constitución y se ha mostrado especialmente contrario a que el Estado se haya reservado para sí mismo una capacidad de endeudamiento superior a la de las comunidades autónomas (0,26% para el Estado; 0,14%, para las comunidades y cero para los Ayuntamientos). Francesc Homs, portavoz del Gobierno catalán, ha explicado que esa proporción es socialmente “injusta” porque son las comunidades autónomas las que asumen el mayor esfuerzo en financiar los servicios que sostienen el Estado de bienestar. “Resulta al final que las Administraciones que tiene más competencias sociales son las que deben cumplir más déficit”, ha lamentado.

En ese contexto, Homs ha recordado que la Generalitat tiene previsto aprobar lo antes posible con el apoyo del Partido Popular (PP) –CiU gobierna en minoría en Cataluña- una ley de estabilidad presupuestaria que fije el techo propio del déficit. La petición ya la sugirió el PP, su socio preferente. Según Homs, la ley reflejará lo que la Generalitat ya está haciendo desde que CiU asumió el poder: no estirar más el brazo que la manga. “Si se trata de ganar credibilidad en los mercados, tiene más la Gene que propósitos de enmienda para el 2020”, ha afirmado.

El portavoz ha afirmado que el proyecto de futura ley de estabilidad es muy incipiente y ha aventurado lo que ocurrirá si entra en colisión con la ley orgánica que desarrollará el artículo 135 de la Constitución y que se aprobará en 2012. “No me hagan decir más pero, si eso ocurre, nos la recurrirán y acabaremos en el Tribunal Constitucional. Pero nuestro compromiso es no gastar lo que no tenemos”, ha afirmado aludiendo a que si el Ejecutivo catalán actúa de ese modo amparado en el derecho a decidir, una fórmula utilizada por los nacionalistas. "Y", ha añadido, "perdonen la expresión pero si recurrieran la ley sería la monda".

El Gobierno catalán, presidido hoy por la vicepresidenta Joana Ortega –Artur Mas no ha acudido por el fallecimiento de su hermana-, considera además que ha sido, en palabras de Homs, despreciado por no haber sido consultado en todo el proceso de reforma, que ha rechazado porque a su juicio no va a inspirar confianza en los mercados, es socialmente injusta y perjudica al Estado de bienestar y afecta al autogobierno.