Bono, en su salsa

Salobre se esconde en las primeras estribaciones de sierra de Alcaraz, en la provincia de Albacete. Nada que ver con el típico pueblo manchego aislado entre eternos campos pajizos. Es un sitio tranquilo y fresco, rodeado de montes de color de teja trenzados de olivos. Entre sus calles empinadas, bordeadas por casas blancas de dos alturas, se refugia, durante el verano y siempre que tiene ocasión, el presidente del Congreso, José Bono. Se trata del lugar que le vio nacer y al que cada año invita a los periodistas a comer.

Bono es un político que siempre parece sentirse cómodo, sea cuál sea el lugar donde se encuentre o dirija. Se le nota a gusto lidiando con los exabruptos que se lanzan los diputados en el Congreso; disfrutaba en los actos militares cuando estaba al frente del Ministerio de Defensa y durante los 21 años que estuvo al frente de la Junta de Castilla-La Mancha. Esta mañana, acompañado de periodistas y entre sus paisanos, que lo saludan con un relajado “hola Pepe”, estaba en su salsa.

“Yo no doy entrevistas enlatadas para parecer que en verano se trabaja. Los que trabajamos en invierno podemos decir que en verano descansamos"

Muy animado, porque esta noche llega su familia para disfrutar de las fiestas de Salobre que comienzan mañana, ha comentado con la prensa los temas de la actualidad bajo la parra que protege el patio de su casa natal. Con el murmullo del río Salobre de fondo, que discurre a orillas de su vivienda, que primero fue de sus padres, a Bono no le ha faltado el tiempo para bromear a cuenta de las entrevistas por entregas que ofrece el líder de la oposición, Mariano Rajoy. “Yo no doy entrevistas enlatadas para parecer que en verano se trabaja. Los que trabajamos en invierno podemos decir que en verano descansamos y yo lo hago en la cama en la que nací”.

Bono ha elogiado “la actitud ejemplar de los diputados”, cuya última actividad el 7 de septiembre, antes de la disolución de las Cortes, será la de presentar la declaración de sus bienes, rentas y actividades. Además, ha defendido la vista del Papa a Madrid. “Para cualquier país del mundo es una bendición, desde el punto de vista laico, poder acoger a un millón de jóvenes que acuden desde cualquier lugar del mundo ya sea por motivos religiosos o festivos”. El presidente del Congreso no se ha olvidado de destacar “la inteligencia y habilidad” del candidato Rubalcaba y no ha querido ahondar en los problemas de Castilla-La Mancha, gobernada por el PP, porque para él “es mucho más que un territorio con mera significación política”.

Antes de dirigir un paseo por el río, de aguas claras y tentadoras en un sol de mediodía y repleto de truchas ajenas al barullo de cámaras y fotógrafos de la superficie, Bono ha tenido tiempo de hacer un balance de la legislatura que ya se acaba: lo más duro, los millones de españoles en el paro. Lo mejor, el “último acto de transparencia y sinceridad” de los diputados dando a conocer sus bienes y actividades.

Sobre la visita del Papa: “Para cualquier país del mundo es una bendición, desde el punto de vista laico, poder acoger a un millón de jóvenes"

Al presidente del Congreso se le nota radiante y satisfecho. Salobre tiene mucho que ver, se escapa siempre que puede y no se ha movido de allí en todo el verano, aseguran en su entorno. Quizá la perspectiva de un descanso de la primera línea de la vida política, algo muy plausible, también tenga que ver. Bono ha confesado que “desearía no estar” en las listas como diputado en la próxima legislatura. Mientras deshoja la margarita de su futuro, ultima sus dos volúmenes de memorias que estarán listas el próximo mes de marzo. Sabe que dejarán a muy poca gente indiferente. Lo reconoce con una media sonrisa llena de picardía entre un desbarajuste de platos vacíos y tazas de café. En su salsa.