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De la ‘propuesta de Bergara’ al proceso por Bateragune

La izquierda 'abertzale' ha intentado atraer al PNV en ocasiones anteriores

No es la primera vez que la izquierda abertzale trata de atraer al PNV y demás fuerzas soberanistas para concurrir a unas elecciones. Ya lo hizo a finales de 2003. Con las elecciones generales de 2004 convocadas, Batasuna ilegalizada por el Tribunal Supremo y ETA perfectamente activa, los radicales lanzaron la propuesta de Bergara. Su objetivo era “constituir entre todas las fuerzas favorables al derecho a la autodeterminación una candidatura única” para esos comicios, que se convertiría en “la interlocución nacional del pueblo vasco” en España.

La propuesta fue inmediatamente respaldada por los terroristas mediante un comunicado en el diario Gara. ETA aseguraba que estaba “dispuesta a tomar las medidas pertinentes y a dar todos los pasos necesarios para que dicha iniciativa”, el intento de polo soberanista, lograra “su objetivo final”, en lo que fue interpretado como una nueva propuesta de tregua.

Pero tanto el PNV como EA y Ezker Batua, las tres fuerzas que sostenían entonces al Gobierno vasco de Juan José Ibarretxe, la rechazaron rotundamente argumentando que no aceptaban “procesos tutelados” por la banda. “La propuesta no aporta novedad ni supone cambio alguno”, dijo el entonces portavoz del Ejecutivo de Vitoria, Josu Jon Imaz, que rechazó cualquier acuerdo con la ilegalizada Batasuna mientras no exigiera a ETA “de una vez por todas” su disolución.

Alianza nacionalista

Pero el intento más reciente de creación de una alianza nacionalista es el detectado por el juez Baltasar Garzón durante su instrucción del caso Bateragune, en el que están acusados de integración en organización terrorista Arnaldo Otegi y Rafael Díez Usabiaga, entre otros. En los papeles incautados a miembros de ETA en 2008 y 2009 se reflejaba la intención de esta y de la izquierda abertzale de sumar nuevas fuerzas. El objetivo principal era EA, aunque también Aralar, según un documento hallado a los etarras Ekaitz Sirvent e Itziar Plaza tras su detención en Francia.

La fiscalía y la Abogacía del Estado se basaron en parte en esa documentación para reclamar la ilegalización primero de Sortu y después de Bildu (formada por la izquierda abertzale, EA y Alternatiba), como creaciones de ETA para las elecciones locales y forales del 22-M. Sin embargo, durante el juicio de Bateragune, celebrado en junio, Otegi aseguró que el proceso previo a la creación de la coalición independentista representaba, en realidad, el divorcio entre la izquierda abertzale y ETA.

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