"Hay que agilizar el flujo de salida"
El presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas, asegura que el goteo de inmigrantes es un "riesgo"
El presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas (PP), asegura que la situación creada por el continuo goteo de inmigrantes de este verano es “un riesgo”, aunque, por el momento, no haya afectado al normal funcionamiento de los servicios públicos. El presidente teme, sin embargo, que el repunte en las llegadas pueda alterar la convivencia de sus vecinos.
Vivas recuerda los incidentes que se produjeron durante el verano de 2010, cuando el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de la ciudad autónoma tenía una ocupación mucho menor que la actual. Decenas de subsaharianos recorrieron la población de punta a punta para manifestarse de forma airada ante el Ejecutivo autónomo y la Delegación del Gobierno exigiendo su traslado a la Península. Y no quiere que se repita.
“La capacidad de acogida del CETI es la capacidad de acogida de Ceuta”, asegura el presidente, que añade que “las tensiones en el centro repercuten en la normalidad ciudadana”. Esa es la razón de que tanto él como el resto de miembros de la Asamblea soliciten nuevos traslados de inmigrantes a centros de otras comunidades que alivien el de la ciudad. “Hay que agilizar el flujo de salida”, subraya.
Por eso, “desde la lealtad institucional” y “sin querer hacer causa partidista”, reclama al Gobierno que intensifique las gestiones con Rabat para que ponga fin a las continuas llegadas. “Marruecos tiene que colaborar”, dice el presidente. “Es cierto que la proximidad y el buen tiempo alientan la llegada de inmigrantes, pero no nos engañemos, están cruzando a plena luz del día”.
“Tienen que evitar que lleguen al agua”, prosigue. Porque en el momento que lo consiguen, las fuerzas de seguridad marroquíes dejan de perseguirlos y los extranjeros son rescatados por la Guardia Civil o Salvamento Marítimo y conducidos directamente a la ciudad.
El presidente subraya la “insularidad” de Ceuta y cómo esta repercute en la relación con los extranjeros. “Cuando un inmigrante sale de un centro de internamiento de la Península, lo pierdes de vista”, dice. “Aquí sin embargo se quedan debido al segundo control al que se les somete en nuestro puerto y en el de Algeciras”, añade. “Aunque su aspiración sea irse”.
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