Los sindicatos exigen a Trabajo que prorrogue los 400 euros

El Gobierno quiere abrir un nuevo periodo en el que se bonifiquen las conversiones de trabajadores temporales en indefinidos y mantener las subvenciones a los despidos por el Fogasa hasta 2013. Así se lo expuso ayer a sindicatos y empresarios. Los primeros están dispuestos a dar su visto bueno. A cambio exigen que se prorrogue también el plan Prepara, el programa por el que se da a parados sin rentas 400 euros mensuales si participan en cursos de formación e itinerarios de inserción laboral.

El Gobierno, por el momento, se ha comprometido a estudiar la demanda de UGT y CC OO. No obstante, los representantes de ambos sindicatos en el encuentro creen que al final el Ejecutivo atenderá su petición.

El plan Prepara forma parte del Acuerdo Social y Económico firmado el pasado febrero y sustituyo al Prodi. Hasta el momento han accedido a él casi 105.000 parados. El presupuesto que dispuso el Ministerio de Trabajo para el programa ascendía a 400 millones de euros, aunque fuentes del propio departamento calculaban el gasto final muy por debajo de esta cifra.

“No vamos a permitir que se subvencione a los empresarios los despidos y las contrataciones sin atender a los parados que no tienen ingresos”, explica Toni Ferrer, secretario de Acción Sindical de UGT. “Para nosotros, el elemento central es el empleo y la protección social”, ahonda la responsable de Empleo de Comisiones Obreras.

Decreto este mes

La intención del Ministerio de Trabajo es tener listo este mes un decreto ley en el que se dicte un nuevo periodo transitorio —el último acabó en diciembre de 2010—, en el que se bonifiquen las conversiones de contratos temporales en indefinidos con indemnización por despido de 33 días.

El decreto también contemplará la prórroga de una parte del despido (la correspondiente a ocho días por año trabajado) por parte del Fogasa para los contratos indefinidos firmados después de la reforma. En concreto, la intención de Trabajo es que en 2012 y 2013 solo se subvencionen los despidos justificados, y no los improcedentes, algo que sí se hace ahora. Esta medida, en realidad, es un cambio sustancial en la tarea que había fijado al Gobierno la reforma laboral, que imponía la creación de un fondo que funcionara como seguro frente al despido y plan de pensiones.