La organizadora de la victoria del 22-M

Junto a Dolores de Cospedal, secretaria general, y Soraya de Santamaría, portavoz parlamentaria, Ana Mato Androver, de 52 años, vicesecretaria de Organización y responsable del área electoral del PP, forma parte del triunvirato de mujeres que desde el verano de 2008 rodea al líder popular, Mariano Rajoy.

Ella ha sido la responsable de las últimas seis campañas electorales del partido y, por tanto, puede arrogarse una buena porción de la victoria del pasado 22 de mayo, que llevó al PP a teñir de azul el mapa de Ayuntamientos españoles y a gobernar en 12 de las 17 comunidades autónomas.

Pero Mato no pertenece a la hornada de políticas que han despuntado con Rajoy, sino que lleva casi 30 años trabajando en el partido. Esta licenciada en Ciencias Políticas y Sociología entró en política en la Universidad, en la que en 1983 conoció al entonces joven líder de Alianza Popular, Jorge Verstringe. Después se unió al equipo de asesores de José María Aznar, antes incluso de que este alcanzara la presidencia de Castilla y León, y luego seguiría con su sucesor, Juan José Lucas. En 1989 deja Valladolid por Génova, la sede del PP en Madrid, y tan solo dos años después daría el salto a la Asamblea de Madrid, como diputada regional, hasta que en 1993 se presentó al Congreso.

Fue parlamentaria nacional durante tres legislaturas hasta que, en 2004, el año de la derrota del PP, fue elegida eurodiputada. Durante los Gobiernos de Aznar trabajó muy estrechamente, al igual que De Cospedal, con Javier Arenas, en el Ministerio de Trabajo y en la secretaría general del partido. Pertenece a la Ejecutiva Nacional del PP desde 1996.

En marzo de 2008, ya de la mano de Mariano Rajoy, deja el Parlamento Europeo y vuelve a las listas al Congreso por la puerta grande: fue la tercera de la lista por Madrid tras Rajoy y Manuel Pizarro. Tres meses después, en el Congreso del PP, sería elegida vicesecretaria de Organización del partido, cargo al que llegó bajo los auspicios de ser una persona de confianza de Aznar y de Arenas. Desde entonces ha probado sobradamente su lealtad a Rajoy y también su eficacia como organizadora de campañas.