Oliart deja RTVE en el desconcierto
El veterano político abandona la presidencia y el consejo asume sus funciones El PP no prevé pactar ahora con el PSOE
No quería convertirse en “el culebrón del verano”. Fue el argumento definitivo que esgrimió ayer Alberto Oliart para abandonar la presidencia de RTVE, justo un día después de que se conociera que la televisión pública había adjudicado un contrato de prestación de servicios técnicos a la filial de Telefónica TBS, dirigida por uno de sus hijos. Oliart anunció su dimisión al Consejo de Administración de RTVE a primera hora de la mañana. Comunicó que era una decisión “irrevocable y de efecto inmediato” tomada por razones de “estricto carácter personal” y fruto de una “madura reflexión”.
Esta vez, los consejeros intuyeron que era verdad, que no se trataba de uno de los muchos amagos que ha lanzado en el año y medio que ha permanecido al frente de RTVE. Oliart aseguró que ya le había comunicado su decisión al Rey, al jefe del Ejecutivo y al presidente del Congreso de los Diputados, institución que le designó para el cargo.
La dimisión cogió por sorpresa a muchos miembros del Gobierno y a directivos de la SEPI (organismo dependiente de Hacienda al que reporta RTVE). Esta es la segunda vez que un presidente de RTVE elegido por el Parlamento dimite. La primera fue la salida de Luis Fernández, que ocupó el cargo entre 2006 y 2009. La duración del mandato, según la ley, es de seis años, para evitar que coincida con el de una legislatura. Ninguno lo ha cumplido.
Desde hacía meses Oliart venía madurando la idea de abandonar RTVE por motivos de salud —ha cumplido ya 82 años— y por cuestiones de carácter familiar. Su plan era aguantar en el cargo hasta las próximas legislativas, según fuentes de su entorno. Los dos grandes partidos, PP y PSOE, estarían así en mejor disposición para elegir a su sustituto teniendo en cuenta que el nombramiento del presidente de la televisión pública requiere una mayoría cualificada (dos tercios) del Congreso, lo que hace necesario un consenso entre socialistas y populares.
Dimite por motivos de salud y para no ser “el culebrón del verano”
Tal acuerdo no parece, en estos momentos, factible. Fuentes del PP aseguran que antes de las elecciones no se sentarán a negociar ningún nombre. Tampoco el del ex portavoz parlamentario del PP Eduardo Zaplana, que ha estado sobre la mesa. El panorama se presenta “muy complicado”, según fuentes de la corporación, que apuntan hacia el director general corporativo de RTVE, Jaime Gaiteiro, como una de las opciones. En este compás de espera, la dirección ejecutiva de RTVE será asumida por el Consejo de Administración. Este organismo ha pedido un informe jurídico a la Abogacía del Estado para dilucidar si el propio consejo puede nombrar un presidente interino (cualquiera de los 11 consejeros) hasta que el Parlamento alcance un pacto.
Caben, en este punto, diferentes interpretaciones de la ley. “No está claro si corresponde al consejo nombrar un presidente interino en tanto el Congreso no haya nombrado al presidente definitivo. Los estatutos sociales no detallan si ese presidente interino tiene capacidad ejecutiva o sus atribuciones se limitan a convocar a consejo”, apuntan fuentes de la corporación.
Oliart tenía previsto mantenerse en el cargo hasta después del verano. Sin embargo, precipitó su decisión tras la polémica desatada por la adjudicación de un contrato de servicios técnicos a Telefónica Broadcast Services (TBS). “No quiero que este asunto se convierta en el culebrón del verano”, dijo ayer ante el Consejo de Administración.
Preveía dejar el cargo tras el verano pero se supo el contrato de su hijo
Algunos de los miembros intentaron convencerle para que revocara su decisión. El vocal de CiU, José Silva, recordó que su predecesor, Luis Fernández, no abandonó Prado del Rey hasta que Zapatero y Rajoy pactaron el nombre de su sustituto. El representante de los socialistas, Miguel Ángel Sacaluga, pidió a Oliart que aguantase hasta las elecciones, o al menos hasta otoño, atendiendo a tres elementos: las dificultades para elegir en el Congreso a su sustituto por las vacaciones, el referéndum previsto para septiembre sobre el convenio colectivo de la empresa y las negociaciones con el Ministerio de Hacienda y la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) para intentar estabilizar el modelo financiero.
Ajeno a estos argumentos, Oliart se despidió de los miembros del consejo y se dirigió a su despacho a recoger sus pertenencias. En esta situación, los consejeros agradecieron a Oliart el trabajo realizado. “Mi objetivo inmutable, de acuerdo con la ley, ha sido que RTVE fuera plural, independiente y de la mayor calidad posible”, expone Oliart en la carta remitida al presidente del Congreso, José Bono, leída ayer durante la sesión.
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