El fantasma de la pinza
El presidente del PP en Extremadura, Pedro Escobar, asegura que su militancia no entendería que Izquierda Unida apoyase al PSOE
Cuando parecía que la política económica del PSOE, por un lado, y la explosión del Movimiento 15-M, por otro, podían aumentar las posibilidades electorales de IU, la crisis de Extremadura ha caído como una bomba en el mar. Y allí en la orilla, a merced de la ola gigante, esperan las generales de 2012. “Esto nos puede hundir”, se lamenta un cargo de la dirección federal, que intenta convencer estos días a la federación extremeña de que recule y permita al PSOE seguir gobernando la Junta.
La dirección regional, encabezada por Pedro Escobar, rechaza las presiones. Asegura que las cosas no se ven en Madrid igual que en Mérida, y que su militancia no entendería un apoyo al PSOE. Algunos dirigentes recuerdan también el trato tan distinto que dio la dirección de IU, en pro de la soberanía territorial, a los pactos de la federación vasca con el PNV.
Pero ambas direcciones, federal y regional, coinciden en algo: la acusación de la “pinza IU-PP”, que algunos agitan ya, es injusta. “¿Y qué es la geometría variable que aplica Zapatero en el Congreso? ¿Y dejar gobernar al PP en Oviedo? ¿Y todas las medidas de derechas que han pactado PSOE y PP contra la crisis? ¿No son pinzas?”, pregunta un dirigente de IU.
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