Bildu corona con la Diputación de Guipúzcoa el máximo poder de la izquierda ‘abertzale’
Con la elección hoy de Martín Garitano como diputado general, la coalición soberanista pasará a gobernar la principal institución de esta provincia
Bildu se hará hoy, si no se producen imprevistos, con la presidencia de la Diputación foral de Guipúzcoa y alcanzará así la mayor cuota de poder que nunca había tenido la izquierda abertzale en Euskadi. Tras la elección del periodista Martín Garitano como diputado general, la coalición soberanista pasará a gobernar la principal institución de esta provincia (707.263 habitantes), un estamento intermedio entre los Ayuntamientos y el Ejecutivo autonómico que maneja unos ingresos anuales de 4.287 millones de euros y tiene amplias competencias en materia fiscal, carreteras y servicios sociales.
La formación que integran independientes, EA y Alternatiba, que ya gobierna en 101 Ayuntamientos vascos, regirá también la Diputación guipuzcoana tras fracasar el intento de los socialistas vascos de sellar un pacto global con el PNV para hacerse con esta institución y las alcaldías de San Sebastián y otros municipios. Las opciones de acuerdo entre estos dos partidos se fueron definitivamente al traste cuando el PNV dio sus votos a Bildu en Lasarte-Oria (Guipúzcoa) y Trapagarán (Vizcaya) para desbancar de la alcaldía a los socialistas.
Como muestra de la división política existente, el PNV presentará a Markel Olano como aspirante a diputado general, y el PSE a Rafaela Romero. El PP, que inicialmente estaba dispuesto a respaldar a cualquiera de los dos anteriores con tal de evitar la investidura de Garitano, confirmó ayer que postulará a Juan Carlos Cano. Si todos cumplen su intención de voto, Bildu logrará el apoyo del único representante de Aralar (una escisión de Batasuna) y gobernará en Guipúzcoa en minoría durante los próximos cuatro años.
La coalición abertzale se hará con el control de una institución que cuenta con alrededor de 1.700 trabajadores. Un informe realizado por el sindicato LAB, afín a Bildu, concluyó que en la pasada legislatura se habían designado cerca de 80 cargos de confianza, una cifra que ahora los independentistas quieren reducir “drásticamente”. Bildu manejará la Hacienda foral y tendrá acceso a información fiscal muy sensible de todos los contribuyentes, lo que ha generado recelos en la clase empresarial. El control de la Diputación también le permitirá aumentar de forma notable su presencia en los órganos de gobierno de la Kutxa, la principal caja de ahorros de Guipúzcoa, y podría intentar entorpecer o paralizar el proceso de fusión que ha iniciado con las otras dos entidades vascas, BBK y Caja Vital.
El presupuesto foral para este año, heredado del PNV y Hamaikabat, será de 839,9 millones, una vez deducidos los 2.869 millones que aporta al Gobierno vasco, otros 122,1 millones al Estado y 407,5 a los Ayuntamientos de Guipúzcoa. El 40% de los recursos propios están asignados a servicios sociales.
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