Los indignados rediseñan el campamento
Las comisiones del 15-M debaten para simplificar la acampada y hacerla más segura Los voluntarios de carpintería necesitarán 500 palés para levantar los nuevos barracones El proyecto no contempla un espacio para la zona de tiendas, que se levantarán durante el día
"Vamos a dejar de hacer de esto una casa", ha sentenciado una de las voluntarias de Infraestructuras durante la reunión que han mantenido los miembros de esta comisión con representantes del resto de grupos de trabajo para elaborar una propuesta firme sobre el diseño de un nuevo campamento. "La plaza es un espacio público y tenemos que pensar en organizarnos para que pueda participar todo el mundo sin generar problemas", ha continuado explicando esta indignada a sus compañeros mientras les mostraba el plano que han diseñado entre varios arquitectos. Es su manera de plantar cara a quienes piden su desalojo.
El plan es minimizar la acampada y para lograrlo han propuesto la construcción de un anillo de puestos de información construidos con palés reciclados, que no contarían con más de un metro y medio de superficie. Estas casetas estarán colocadas de cara al exterior, bordeando la plaza. Los portavoces piensan que así evitarán que la acampada se entienda como un movimiento endogámico, favoreciendo su visibilidad y la participación ciudadana.
En el centro se situará un almacén de estructura abovedada al que se refieren como el barracón. Será la construcción de mayor tamaño, con ocho metros de largo, cuatro de ancho y tres de alto. Sus cuatro paredes tendrán que concentrar todo el material imprescindible para la actividad diaria de las comisiones. El resto de lo que han ido atesorando se guardará en un local que les han cedido los vecinos de La Cebada y en un teatro de Estrecho.
El 15-M concentra sus fuerzas en Carpinteria
Comunicación e Informática serán un único departamento y se quedarán donde están, cerca de la estatua ecuestre de Carlos III -conocida como El Caballo-, de manera que no habría que trasladar el cableado ni modificar las instalaciones eléctricas. Infraestructuras quiere darse prisa en el cambio y ha concentrado los esfuerzos de los voluntarios en carpintería. "Estamos exhaustos, necesitamos más brazos. No hace falta que sepáis el oficio, todo el mundo sabe poner un clavo en un tablón", reclamaba este mediodía uno de los miembros de Infraestructuras. La comisión pidió la donación voluntaria de 500 palés en la asamblea de ayer y han establecido un horario de recogida de madera de 11.00 a 22.00 en la Tabacalera.
Los grupos de trabajo se reducirán en número y en extensión. Esto quiere decir que las 42 comisiones que existen actualmente quedarían reducidas a una treintena si logran un consenso. Enfermería, Terapias naturales, Psicología y Espiritualidad podrían fusionarse. Migración, Sáhara Libre, Siria y Palestina, pensaban hacer lo mismo, pero éstas tres últimas han decidido abandonar la plaza el domingo. "Ya sabéis lo que ha dicho la prensa. Esto es insostenible y hay cosas más importantes por las que luchar ahora que si se reestructura o no la acampada", señalaba uno de sus representantes en la reunión de las 13.30. No son los únicos que no están de acuerdo con la decisión mayoritaria. Un grupo se niega a levantar sus tiendas por la mañana a partir del próximo lunes, a pesar de que eso fue lo que aprobó ayer en el ágora de las 20.00. "No podemos ignorar lo que se acuerda en la asamblea porque esto se convertiría en un caos y nadie nos tomaría en serio", reclama una chica de Infraestructuras para justificar que en el proyecto no han pintado ningún espacio para ellos.
Los grupos de trabajo, reducidos a mínimos
Las comisiones que queden compartirán un mismo espacio de reuniones en el que se turnarán y han hecho inventario para ver que están dispuestas a sacrificar. "Dos mesas, dos ordenadores, una impresora y una caja fuerte. Eso es lo mínimo para que Coordinación Interna pueda funcionar", reclama la representante de este grupo de trabajo. Su compañero de Arte pide flexibilidad a todos los presentes: "Tenemos que ceder, hay que reducir la acampada. No os olvidéis de que estamos haciendo esto por algo muy importante". Tienen cinco días para ponerse de acuerdo, antes del martes tienen que ejecutar su plan y convencer a Delegación del Gobierno, empresarios y hosteleros de que es posible convivir en armonía, de lo contrario podría peligrar su "no nos moverán".
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