Bildu busca pactos para gobernar mientras el PP pretende aislarlo

Los buenos resultados electorales obtenidos por Bildu el pasado domingo legitiman a la formación para intentar formar gobierno en los 25 municipios de Euskadi y Navarra en los que no ha obtenido mayoría absoluta. Y esto implica que la coalición soberanista pretenderá gobernar en San Sebastián, donde fue la lista más votada con el 24,57% de los votos.

Esta mañana Bildu ha anunciado que iniciará una ronda de contactos de cara a la posible formación de pactos en las instituciones guipuzcoanas. Lo hará en orden de mayor a menor, según la representación obtenida por los partidos políticos en la Diputación de Guipuzcoa y en el ayuntamiento de su capital.

Uno de los portavoces de la coalición, Pello Urizar, ya adelantó ayer que Bildu había llegado "para estar y para gestionar" y que su apuesta política era "para crear". En esta línea y teniendo en cuenta que la formación se ha constituido en la sexta fuerza política a nivel nacional en número de concejales, sus responsables ya han advertido de que no van a "renunciar" a su programa y que deberán ser los demás partidos los que tendrán que adaptarse a su nueva posición mayoritaria.

No pactar con Bildu

Los primeros partidos con los que Bildu tiene previsto reunirse serán PNV y PSE-EE. La ronda de contactos incluye también a los populares, pese a que su secretario general en el País Vasco, Iñaki Oyarzabal ha hecho hoy un llamamiento a nacionalistas y socialistas para llegar a un "gran acuerdo" para evitar gobiernos de Bildu. El dirigente popular sigue la senda de las declaraciones que ayer hizo la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que en la rueda de prensa para analizar los resultados electorales, ya pidió que ningún partido de Euskadi pactara con la coalición abertzale.

Oyarzabal no desea que haya instituciones "al pairo de los radicales" y ha emplazado al PNV y al PSE a actuar con responsabilidad y a trabajar juntos para formar gobiernos que trabajen con exigencia democrática.

Esa misma responsabilidad es la que ha pedido la portavoz del Gobierno vasco, Idoia Mendia, a Bildu. La dirigente socialista ha expresado su esperanza en que sepan "gestionar sus buenos resultados con inteligencia" y que "su presencia en las instituciones contribuya a la gobernabilidad del país, a finalizar con el terrorismo y lograr la paz".

Mendia ha eludido referirse al "acuerdo global" que ha demandado Oyarzabal, aunque sí ha dejado claro que los malos resultados cosechados por los socialistas en las elecciones forales y municipales no vayan a tener consecuencia directa en el Gobierno vasco, dirigido por el PSE gracias al apoyo del PP. La portavoz ha descartado cualquier adelanto electoral, como ayer planteó el presidente del PNV, Iñigo Urkullu. Una petición que hoy ha hecho extensiva al gobierno de Zapatero su portavoz en el Congreso, Josu Erkoreka.

Esta tarde el lehendakari Patxi López tiene previsto dar una rueda de prensa para analizar los resultados electorales. El presidente ha insistido en la idea de que el domingo los vascos no votaron quién debía dirigir Euskadi, sino quién debía gobernar en sus Ayuntamientos y Juntas. "Este Gobierno tiene los mismos apoyos que tenía hace un mes. Nada ha cambiado en ese sentido", ha apostillado Mendia.

Lo que es un hecho es que Bildu entiende que el poder político e institucional que le han otorgado los resultados electorales le avala para llevar a cabo su "voluntad de cambio". En Navarra, su cabeza de lista en el Parlamento, Maiorga Ramírez, ha puesto "sus votos [ha obtenido siete escaños] al servicio"  del objetivo de "desalojar a UPN" del Gobierno sin que esto implique "obligatoriamente" su presencia en él.

Ramírez ha recordado que los objetivos de Bildu en estas elecciones en Navarra eran la paz y la normalización política pero también el cambio político y social.