Los socialistas se acercan a los jóvenes indignados
Zapatero resalta el carácter “pacífico” del 15-M
Ni mucho menos aspiran a que les voten, pero sí a que no engrosen la legión de abstencionistas. Este es el objetivo del PSOE, a dos días de las elecciones, ante la irrupción inesperada del Movimiento 15-M, conscientes de que sus críticas a los partidos les perjudica a ellos. Tras 48 horas de dudas sobre cómo afrontar el fenómeno, el Comité Electoral del PSOE ha decidido afrontar la situación sin criticar a los jóvenes descontentos y, en cambio, mostrando máxima comprensión hacia su enfado.
José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno, no tardó en mostrarse receptivo hacia ese movimiento. El pasado día 16, 24 horas después de la concentración en la Puerta del Sol, el presidente dijo en Sevilla a preguntas de los periodistas: “Es una expresión democrática que hay que escuchar”. Zapatero vinculó las protestas a la carencia de empleo y a las dificultades para obtener una vivienda.
Otros dirigentes socialistas le han seguido, aunque cada uno con su estilo e incluso arrimando la protesta a su ascua electoral. El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández-Vara, formula incluso una suerte de autocrítica de los poderes públicos por no haber sido antes sensibles a este malestar. La portavoz electoral del PSOE, Elena Valenciano, se metió de lleno en alguna de las reivindicaciones del movimiento, como es el cambio de la Ley Electoral para hacerla más justa y que partidos minoritarios tengan entrada en las instituciones.
Pero detrás de todas estas declaraciones subyace la preocupación extrema de los socialistas de que su lucha contra la abstención sea inútil. Toda su estrategia se ha basado en tratar de movilizar la voluntad de los cientos de miles de indecisos que en otras elecciones apoyaron al PSOE y ahora no parecen dispuestos a revalidar su confianza. Este movimiento de indignados no ayuda a que los indecisos vayan a votar, más bien puede afianzar la decisión de que no lo hagan. Este es el análisis generalizado entre los dirigentes del PSOE.
Pero a pocas horas del final de la campaña, los mensajes no solo son de comprensión hacia el Movimiento 15-M sino de exhortación a utilizar la fuerza del voto. Estarán dirigidos a los críticoss con los partidos pero sobre todo a los indecisos. Zapatero y todos los dirigentes del PSOE ensalzan el derecho al voto. “El voto es lo que mejora la democracia y logra la transformación de la sociedad”, clama Zapatero.
Ayer, en A Coruña lanzó dos mensajes muy concretos. Contó a los más de 3.000 asistentes al mitin que ha destacado ante sus colaboradores el carácter pacífico de las protestas del Movimiento 15-M. Y volvió a decirles que “las mejoras se consiguen con el voto y con la exigencia crítica a los gobernantes”. Así incluyó en su discurso una defensa de la política y, por tanto, de la utilidad de ir a votar.
Aunque deslizó en su intervención continuas proclamas sobre la capacidad del PSOE de “escuchar las críticas”, de la “humildad” ante los reproches, las acompañó de la reivindicación para él y para su partido, ahora e históricamente, de transformar la sociedad. Subió la voz cuando aseguró que las políticas en favor de la igualdad y de los nuevos derechos sociales son conquistas que el PSOE ha propiciado. “Y eso no lo tienen que protestar ya ni críticos ni no críticos”. A ambos grupos les pidió que no se queden en casa el día 22 y no regalen una victoria al PP. El PSOE trata también de crear mala conciencia a la izquierda que no quiere ir a votar. Aunque en Galicia se mostró seguro de que los alcaldes socialistas volverán a gobernar. Eso dicen las encuestas y de manera clara señalan al alcalde de A Coruña, Javier Losada, como ganador, aunque con menos holgura que hace cuatro años.
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