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Migrados
Coordinado por Lola Hierro

¿Qué pasó con las migraciones en Canarias y cómo nos lo contaron?

La cobertura mediática del repunte de llegadas en las Islas marca un antes y un después en la manera de informar

Inmigrantes Canarias
Una persona rescatada en el Atlántico por los guardacostas españoles espera en la embarcación de salvamento a poder desembarcar en el muelle de Arguineguín, en la isla de Gran Canaria, el 18 de noviembre de 2021.BORJA SUAREZ (Reuters)

A finales de 2020, el flujo migratorio a Canarias se intensificó y marcó un nuevo récord. Con la llegada de 18.000 personas en lo que llevamos de año, la crisis de acogida sigue siendo la punta de iceberg de un sistema que deshumaniza a las personas migrantes. El periodismo de migraciones representa una herramienta esencial para exponer estas realidades. En noviembre, más de 300 interesados se citaron en el IV Congreso de Periodismo de Migraciones de Mérida y brindaron especial atención a la cobertura informativa en el archipiélago.

Arguineguín, Las Raíces, Barranco Seco… Son algunos de los nombres que nos transportaron a aquellos campamentos que resultaron centros de detención y a una crisis institucional que sigue vulnerando derechos. ¿Qué hay detrás de este repunte migratorio? ¿Por qué tantas personas dejaron atrás su hogar? Varias periodistas experimentadas en terreno abordaron estos asuntos (mira sus intervenciones aquí): Ebbaba Hameida, Natalia G. Vargas, Sonia Moreno y José Naranjo.

El poder de poder contarlo

En una cobertura tan compleja, ni un ápice de información puede darse por contada. Así lo demuestra la cantidad de obstáculos existentes a la hora de cubrir el fenómeno migratorio en Canarias: desde una evasión activa por parte de las autoridades, hasta la publicación de noticias falsas y bulos que demonizan a quienes dejan su país.

La importancia del periodismo local aquí fue decisiva; el conocer las causas y los lugares donde todo sucedía para brindar una respuesta ante aquellos discursos racistas y demonizadores. “En Canarias, una tierra altamente empobrecida y con riesgo de exclusión, si tú lanzas un mensaje con un culpable de todos tus males, puede que cale en la población”, señala G. Vargas, que cubrió el fenómeno para Canarias Ahora. También la colaboración local con otros medios nacionales e internacional permitió ampliar el altavoz. “Era la red de periodistas, de vecinos, de redes de apoyo y asociaciones de solidaridad quienes permitían hacer esas coberturas” explica Hameida, cuyo trabajo para RTVE ganó el Premio Injuve de Periodismo y Comunicación 2021.

Durante la sesión también se habló de cómo las fuerzas de seguridad y la propia Administración habían dificultado sostenidamente la cobertura, evitando el acceso a las personas que llegaban y la toma de fotografías allá donde se las retenía. Algunos actores humanitarios jugaron un papel activo. “Una vez en los campamentos eran las organizaciones, las personas que gestionaban los recursos, quienes decían a los interesados si hablaban con la prensa o no. Esa autoridad sobre las decisiones de las personas que llegaban me sorprendía mucho” denuncia Vargas.

¿Por qué?

Habitualmente, el foco de las retransmisiones se sitúa en el fenómeno de los desembarcos, desplazando el sesgo informativo de sus causas y de la propia necropolítica migratoria. María Martín, periodista de EL PAÍS especializada en migraciones y galardonada con el premio Gabo en la categoría Cobertura, junto al fotógrafo Javier Bauluz, por su trabajo en Canarias, ilustra este fenómeno hablando de la letalidad existente en la ruta atlántica.

“Hay que hacer un esfuerzo en plasmar los hechos por completo; eso implica poner mucho el acento en la parte menos visible. En Senegal, Marruecos… Así es como se cuentan las historias, desde el origen”, expone Naranjo, corresponsal en diferentes países africanos para medios como Cadena Ser, EL PAÍS y Mundo Negro. Este origen se remite a los procesos de globalización comercial impuestos por países del Norte Global a otros Estados empobrecidos, generando fracturas económicas y sociales. “La gente huye de la pobreza, de la pandemia y de la sequía”, explica Hameida. La elección de vías peligrosas a bordo de embarcaciones inestables también es resultado de la ausencia de medios para abordar el tránsito de manera segura (como es la falta de visas concedidas a ciudadanos de países africanos) y responde a una lógica de externalización fronteriza.

Por otro lado, las coberturas desde los países de origen están determinadas por los intereses del estado en cuestión. De esta manera lo expresa Sonia Moreno, periodista y antigua corresponsal en Marruecos para Cadena Ser y El Español, —ahora en Túnez tras vivir una temporada de acoso en su destino anterior—: “La gente [en Marruecos] tenía acceso [a las noticias sobre el fenómeno migratorio en Canarias y Ceuta] a través de medios internacionales. Se ocultó lo que estaba pasando, hacían creer que eran personas subsaharianas, ocultaban el papel de las fuerzas de seguridad marroquíes….”, expone. “Todos estábamos confinados, lo que sabía era por los propios ojos de las personas migrantes”. Migrantes que, como también pudo retransmitir Moreno desde Marruecos, eran habitualmente deportados desde el Sáhara Occidental, una vía de acceso clave a Canarias

Estas narrativas también han contribuido a transformar la mirada general sobre la migración desde los medios. Son muchos los trabajos colaborativos dedicados a contar lo que sucede, a quién afecta y cómo. Que expresan hasta dónde llega el trabajo periodístico y con qué apoyos u obstáculos. La esencia de estas retransmisiones en el lugar del que se habla, como representa la cobertura canaria, resultan una labor necesaria y garantizan una información veraz a una sociedad que la necesita.

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