La amarga sorpresa

Las viñetas de Condorito, la caricatura chilena más famosa de Latinoamérica, solían acabar un “Plop”, una expresión utilizada cuando ocurría algo que desconcertaba a los personajes. Algo similar ocurrió en el Gobierno de Gabriel Boric cuando el presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) tuiteó que el Mundial masculino 2030 arrancará “donde todo se inició, en Sudamérica”, acompañado de un vídeo donde se daba a conocer que Argentina, Uruguay y Paraguay serán sedes de los partidos inaugurales de la fiesta deportiva, una decisión de la FIFA. Chile —parte de la Corporación Todos Juntos 2030, que preparaba una postulación conjunta con los otros tres países— había sido marginado. La candidatura oficial se la adjudicó España, Portugal y Marruecos.

El precandidato presidencial y líder del Partido Republicano, José Antonio Kast, no tardó en escribir en X: “No hay mundial en Chile el 2030. Este Gobierno no hace nada bien”. La noticia encendió las redes e indignó a políticos, periodistas y fanáticos del deporte. Boric descartó alguna responsabilidad de su Administración en la decisión y enseguida comenzó a circular por la plataforma un vídeo de Sebastián Piñera en 2019 en el que comunicaba que había propuesto a Argentina, Uruguay y Paraguay incorporar a Chile en la postulación para organizar el Mundial de 2030. “Esta propuesta fue aceptada por los tres países y también por la [Asociación Nacional de Fútbol Profesional] ANFP chilena. Después del mundial del 62, Chile tendrá una nueva oportunidad”, decía Piñera.

En medio del desconcierto, Boric cuestionó a la FIFA y defendió que el país había cumplido con todos los pasos para levantar la postulación. “Lamento que haya instituciones que funcionen de manera poco seria y sorpresiva y, por supuesto, vamos a hacer valer todos los derechos que le correspondan a Chile, porque con la integridad nacional y con el nombre de Chile no se juega”, aseguró. La portavoz del Gobierno calificó la decisión de una “amarga sorpresa”, que “significa una mala noticia para el Gobierno y para el país”. Aseguró, además, que estaban esperando la apertura del proceso de postulación el primer semestre del próximo año. “Y aquí hubo, obviamente, un cambio en el formato de la postulación. Nosotros levantamos la candidatura. Nos estamos preparando hace más de un año”, añadió.

Las miradas se enfocaron en Pablo Milad, presidente de la Federación Chilena de Fútbol, quien realizó una presentación de la candidatura sudamericana bajo el título “Juntos 2030″. La sede de la candidatura estaba en Santiago y la corporación se creó con las normas de probidad chilenas. Tras conocer a los anfitriones del Mundial, Milad informó de que la FIFA y la Conmebol le expresaron las razones de porqué los tres países sudamericanos se habían ganado ser sede de algún partido. “Los criterios de exclusión son cuestionables, pero me dijeron lo siguiente: Uruguay por ser sede del primer Mundial de 1930, Argentina por ser el campeón Mundial y Paraguay por ser la sede de Conmebol. Dentro de esos criterios nos sentimos muy dolidos por esta situación”. Jorge Aguilar, vicepresidente de la ANFP, renunció a su cargo, y hay quienes piden que Milad haga lo propio.

Chile, que se prepara para ser anfitrión de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos entre el 20 de octubre y el 5 de noviembre, pretendía que la organización de esta competición sirviese para impulsar la candidatura para el Mundial de 2030 junto a sus vecinos. Así lo dijo el ministro de Deportes, que ahora deberá acudir al Congreso a explicar por qué el país quedó fuera de la gran cita del fútbol masculino.