Unidas Podemos resta en Sumar
Los lectores escriben sobre el acuerdo entre el partido de Yolanda Díaz y el de Ione Belarra, la subida de la ultraderecha en Europa, las políticas sociales del Gobierno de Sánchez, y sobre lo que se siente al padecer un cáncer
Finalmente, Unidas Podemos se integrará en el movimiento Sumar de Yolanda Díaz que aglutina a otras 15 formaciones de izquierda. Si ha resultado complicado el Gobierno de coalición con UP en esta legislatura, me pregunto qué pasará si Sánchez tiene que pactar con Sumar para ser investido presidente y formar un nuevo gobierno de coalición, pero ahora a 15. Los morados que han sido los grandes perdedores de las elecciones del 28-M, desapareciendo en comunidades autónomas y ciudades donde tenían implantación territorial, restan más que suman en el nuevo proyecto de Díaz. Las dos ministras peor valoradas del Gobierno, Irene Montero e Ione Belarra, han sido el gran escollo de estas negociaciones que han terminado con la exclusión de las listas de la ministra de Igualdad. La representación de las formaciones que se han integrado en Sumar debe ser proporcional con los resultados obtenidos el 28-M, de tal manera que los que más votos han cosechado como es el caso de Más País ocupen los primeros puestos en las listas. Podemos ha querido negociar de igual a igual, sin aceptar el resultado de las urnas.
Patricio Simo Gisbert. Valencia
Sube la ultraderecha
A Europa le inquieta la subida de la ultraderecha, también en España. Los peligros de volver a un modelo de sociedad excluyente, donde todos los que no piensan como ellos son ridiculizados o ninguneados, están claros: quedará una sociedad unicolor, con un pensamiento único y no discutible. Eso es lo que supone el ascenso de esta ideología. La imposición de su moral y valores es su mayor objetivo, y también el mayor riesgo. Sin embargo, y aunque estas consecuencias tenemos que tenerlas claras, ignorar las causas por las que aparecieron y crecen, creo que es un error que no ayuda a combatirlas. Esta ideología ha sabido sentar sus bases sobre las deficiencias del sistema político vigente y, si en lugar de detectar los fallos, nos obcecamos en ignorarlos sin hacer nada por corregirlos, sólo se estará alimentando su base de votantes y, sin duda alguna, este es el mayor peligro.
Julia Chamorro Silgado. Cáceres
¿España o Sánchez?
Se nos propone este dilema. Un país o un hombre. ¿Cómo prescindir de quienes contribuyen a que España disfrute de más derechos sociales, de una economía en alza, de mayor reconocimiento internacional, etcétera? Y ahora, ¿quién se va a preocupar de aprobar la ley de familias, la del derecho al olvido oncológico, la de salud mental y ELA, la de paridad, la del cine y cultura audiovisual, la del desperdicio alimentario, la de movilidad sostenible, la de equidad del Sistema Nacional de Salud? De derechas, pocos derechos. La disyuntiva: avance en derechos ciudadanos o retroceso cavernario.
Tomás Pozo Barcenilla. León
La espera
Las horas pasan, los minutos te asechan y esperas una respuesta. Solo la confirmación, de que el cáncer no ha vuelto, de que hasta dentro de tres meses no volverás a saber si tus células han querido decidir si tienes que volver a luchar o te dan una tregua. Qué difícil es tener que convivir con la espada de Damocles sobre los hombros. Mueres una vez, pero puedes nacer varias. La vida es un préstamo.
Tamara Nóbrega Rodríguez. Candelaria (Santa Cruz de Tenerife)
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.