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ANATOMÍA DE TWITTER
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El Trabuco que tú quieres

Los lemas electorales con juegos de palabras de cara al 28 de mayo triunfan en redes sociales; algunos, eso sí, son muy cuestionables

Rita Maestre Madrid
Uno de los carteles de la campaña de Rita Maestre.
Manuel Viejo

En política hay gente que piensa mucho. ¿Pocos? ¿Demasiados? Lo importante es que piensan, sobre todo en periodo electoral. El panorama patrio comienza ya a vestirse de elecciones y eso que hubo un tiempo —ayer, vamos— que parecía que se iba a votar cada dos por tres. Las farolas de todas las ciudades y pueblos de nuestra querida España —esa España nuestra— comienzan ya a florecer, a mostrar sus mejores galas. A frotarse los ojos. Todo comenzó el pasado 16 de enero en Madrid, que también es España desde 2019 y no antes, siempre según Isabel Díaz Ayuso: “Madrid es España dentro de España. ¿Qué es Madrid si no es España?”. A saber. El caso es que Rita Maestre, la candidata de Más Madrid al Ayuntamiento de la capital, sorprendió a todos con un eslogan preelectoral. Siempre hay campañas antes de la campaña, y después y ahora y siempre, ¿cuándo no hay campaña en España? El lema de Maestre se colocó en las marquesinas de Metro y autobuses de la capital: “Lo va a hacer Rita”.

Un mensaje corto. Directo. Sencillo. Graciosillo. Cuatro elementos indispensables para que el gran patio dicharachero de Twitter, de Instagram, de Facebook, de TikTok, de la calle, al fin y al cabo, comparta por doquier entre sus grupos de WhatsApp, la verdadera encuesta electoral. La gente que piensa en política había acertado, bien, que para eso estará. El eslogan incluía promesas para Madrid —como derribar un puente en un barrio o más plazas para guarderías públicas— con una fotografía de Maestre, sonriente, junto a la manida frase “lo va a hacer Rita”. Funcionó tanto, que incluso sus propios rivales políticos alabaron esa propuesta en público. Reyes Maroto, la candidata del PSOE a la capital, lo hizo a su manera dos semanas después, con otro eslogan muy diferente y que no se parece en nada al anterior: “Reyes de Madrid”. Sí, el problema de la izquierda en la capital es que hay gente que piensa muchísimo.

Cien días después del primer lema… esto se ha ido de madre en España. La gente que da vueltas y vueltas a la cabeza en los despachos del poder está absolutamente fuera de control. Pero de norte a sur y de este a oeste. En Santander, por ejemplo, el candidato del partido regionalista de Cantabria —el mismo que el del presidente Miguel Ángel Revilla— se llama Felipe Piña. Los asesores que pululan a su alrededor han optado por llenar las marquesinas cántabras de un eslogan muy apropiado para la ocasión: “Santander necesita piña”. Y añaden los motivos: “Favorece la recuperación. Mejora la circulación. Aporta energía. Fortalece. Limpia”. Sí, mejor reírse, que es lo más serio. En Granada, el candidato socialista se llama Francisco Cuenca. Y, efectivamente, ha decidido pegar carteles por la ciudad con un mensaje en clave: “Cuenca pone al mundo mirando a Granada”. Afortunadamente, todo esto es verdad. Hay más. En Segovia, la actual alcaldesa es Clara Martín. Pues claro: “Claramente comprometida con Segovia”. Pero —siempre hay peros cuando se piensa demasiado en política— todavía no se ha llegado al nivel de 2019: la cima del pensamiento de la comunicación electoral.

En el municipio malagueño de Villanueva del Trabuco, por ejemplo, los socialistas fueron con todo: “El Trabuco que tú quieres”. Hay trabucos y trabucos: perdieron las elecciones. En Lanzarote, los populares vieron que había un municipio que se llama Tías y optaron por: “Centrados en Tías”. Por lo que sea, ganaron. En Galicia, el PP también creyó oportuno que, si el candidato se llamaba Ignacio Cabezón, lo mejor era ir de cara desde el principio: “Con cabeza y corazón… ¡Vota Ignacio Cabezón!”. España, vamos. Faltan 41 días para las elecciones de mayo. Todavía hay tiempo para pensar, para ir al súper e incluso de superarlo.

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Sobre la firma

Manuel Viejo
Es de la hermosa ciudad de Plasencia (Cáceres). Cubre la información política de Madrid para la sección de Local del periódico. En EL PAÍS firma reportajes y crónicas desde 2014.

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