Carta a los Reyes

Queridos Reyes Magos:

Este año he sido muy buena. He conseguido un trabajo precario con contrato de unos meses que me ha permitido pagar la factura de la luz, aunque no me ha llegado para poder poner la calefacción, porque o echo gasolina para ir hasta el trabajo o caliento la casa por la noche. También he seguido todas las pautas recomendadas para ahorrar electricidad y he estado poniendo lavadoras y planchando durante el fin de semana para no pagar de más, pero aun así ahora la factura se ha incrementado 20 euros en comparación con lo que estaba pagando hace menos de un año. La cesta de la compra está disparada, así que ya solo compro pescado una vez a la semana, aunque si me toca hacer frente al recibo del gas, a veces no me llega ni para eso.

Para el próximo año no tengo grandes pretensiones, tan solo que las cosas no vayan a peor. Y también os pido que llevéis carbón a quien le corresponda.

Helena Calva Oria. Santander

La tensión de pasear sola

Cuando salgo del trabajo me gusta volver andando a casa. Después de tantas horas encerrada, ese rato, en el que tomo aire fresco y puedo dedicarme a mis pensamientos, me recarga de energía. Pero pocas veces puedo disfrutarlo como me gustaría (y creo que merezco). Seguro que muchas mujeres coinciden conmigo cuando hablo de la tensión que siento, por el mero hecho de ser mujer, al pasear por la calle. Una tensión causada por el acoso en forma de miradas y comentarios de algunos hombres y que me llevan a preguntarme: ¿cómo debe ser caminar por la calle sin miradas y sin comentarios? Ojalá pudiera disfrutar de ese privilegio.

Sara Czieslik Cabezas. Bilbao

Emilia Pardo Bazán

Termina un año lleno de conmemoraciones hacia la novelista gallega más universal, doña Emilia Pardo Bazán. También, llega a su fin un año de batallas legales por el Pazo de Meirás. Nadie sabe todavía en qué quedará el asunto, pero me gustaría que el Pazo se erigiera como estandarte de una mujer libre. Y me siento sola con mi reclamo porque aquellos que deberían defender su legado, la ignoran. A la Real Academia Gallega poco le importa que dedicara a Galicia sus obras más notables. Como no escribió en gallego, mejor lejos. Y la Real Academia Española siempre renegó de ella; sin embargo, doña Emilia pertenece a ambas de una forma más auténtica que la mayoría de los que han pasado, pasan y seguirán pasando por ellas.

Nieves Fonseca de la Serna. El Escorial (Madrid)

Banca digital

Pedir cita en el médico, hacer una transferencia y ahora, hasta entrar en un bar, lo conseguimos gracias a nuestros smartphones. Aunque todo esto sea un avance, no podemos consentir que la banca imponga, cada vez más, un uso digital que la población envejecida no es capaz de aprender. Es necesario que se generen mecanismos para ayudar a estas personas. El de la banca ya lo conocemos: cobrarles una barbaridad en comisiones por usar las ventanillas. A la banca hay que recordarle que la tecnología agiliza los trámites, pero la calidad del servicio la dan las personas.

Ero André Iglesias. Teo (A Coruña)