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ANATOMÍA DE TWITTER
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

De lucha obrera y energías solares

El aleteo de un tuit puede provocar un tsunami en la política. Y quien sabe si generar energías renovables

El presidente del PP, Pablo Casado, en la clausura del XV Congreso del PP de Castilla- La Mancha.
El presidente del PP, Pablo Casado, en la clausura del XV Congreso del PP de Castilla- La Mancha.Patricia Galiana (Europa Press)
Manuel Viejo

El aleteo de un tuit puede provocar un tsunami en la política. Y quien sabe si generar energías renovables. Por partes. La diputada del PP por Bizkaia y presidenta de Nuevas Generaciones del partido, Beatriz Fanjul, lanzó hace unas horas un mensaje en su cuenta de Twitter a sus más de 100.000 seguidores: “341.186,22 euros de lucha obrera”. La “lucha obrera” de Fanjul iba acompañada de una foto de las políticas Ada Colau, Mónica García, Yolanda Díaz, Mónica Oltra y Fátima Hamed Hossain, que por primera vez se reunieron juntas en Valencia. Sobre ellas, y en miniatura, se adjuntaba el salario que cobran en bruto. Fanjul concluyó entonces que “la lucha obrera” era de más de 300.000 euros. Efectivamente, apenas hay demagogia. La lucha obrera en este país te obliga a vivir en un zulo en Vallecas y cobrar, como mucho, el salario mínimo. El tuit provocó lo pretendido. El aleteo comenzó a repartir energía por la red social del pajarito.

Pero, siempre hay peros en las redes, la avalancha de respuestas sobre la patronal de Fanjul se hizo infinita. Resulta que, casualidad o no, Fanjul también cobra por trabajar en política. Los tuiteros, sibilinos y socarrones, comenzaron a adjuntarle el pantallazo de su salario, público y a la vista de todos, y que asciende a 86.000 euros. Es decir, más que tres de las políticas de la “lucha obrera”. Efectivamente, tampoco es demagogia.

La hemeroteca de Fanjul en Twitter, por cierto, ha dado muchas tardes de gloria. Un vídeo suyo durante la campaña electoral del pasado mayo en Madrid rompió todas las audiencias tuiteras. Fanjul, sonriente, se subió al estrado de un escenario durante un mitin popular y delante de cientos de militantes agarró el micrófono y dijo: “¿Quién ha sido la primera persona en plantar cara al Gobierno de Sánchez?, ¿quién ha sido la primera, no solo en crear un hospital, sino dos para nuestros enfermos?”. Eso, quién, se preguntó la militancia. “¡Ayuso!”, se contestó ella misma, que continuó: “Ayuso es lady Madrid, una mujer con mayúsculas. Es que no hace falta experimentar más”. Lejos de frenar ahí, continuó: “¿Sabes eso que dicen que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer? ¡Pues eso, eso es Ayuso!”. Más vale lucha obrera conocida…

El domingo fue aún peor para los guionistas de El Intermedio. Pablo Casado sorprendió a todos con un mensaje muy serio durante un mitin en el cónclave popular de Puertollano: “A la izquierda no le gusta la energía nuclear, ni el gas, ni el carbón, ni la hidroeléctrica, ni la eólica; se quejan de que los molinos de la eólica dañan el paisaje”. A la izquierda no le gusta nada. “¡Solo les gusta la [energía] solar!”, continuó: “¡Y a mí!, pero es que anteayer fue el pico de consumo eléctrico y a las ocho de la tarde no había posibilidad de que la solar emitiera, básicamente porque era de noche. Por tanto, es una cuestión de lógica”. Cuestiones de lógica aparte, el vídeo alcanzó cuatro millones de visualizaciones solo en la cuenta del diario HuffPost, generando miles y miles de comentarios: “Ni frío ni calor, cero grados”. “La energía ni se crea ni destruye, se va a dormir a las ocho de la tarde”. El mejor de todos, por cierto, fue el de @AnacletoPanceto, que modificó un viejo chiste de Eugenio. “Diu el ruso: ‘Nosotros vamos a enviar gente a Marte’. Y diu el americano: ‘Pues nosotros iremos a Plutón’. Y diu el Pablo Casado: ‘Pues nosotros iremos al sol’. A lo que el ruso y el americano dijeron: ‘Pero si os quemaríais’. Y diu Casado: ‘¿Os pensáis que somos tontos? Vamos a ir de noche’”. Y con obreros, claro.


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Sobre la firma

Manuel Viejo
Es de la hermosa ciudad de Plasencia (Cáceres). Cubre la información política de Madrid para la sección de Local del periódico. En EL PAÍS firma reportajes y crónicas desde 2014.

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