20 años después del 11-S

La presentadora del Telediario informaba de una noticia de última hora: un avión se había estrellado contra una de las Torres Gemelas del World Trade Center, en Nueva York. Al principio no me impactó más que otras noticias truculentas de todos los días. Pero cuando conectaron de nuevo con Estados Unidos y vi que otro avión se había estrellado contra la otra torre me asusté. Pasé la tarde junto a la televisión y la radio. Informaban que las torres se habían desmoronado como si de un castillo de naipes se tratara. Balance: unas 3000 personas murieron, miles de heridos han quedado con secuelas físicas y psíquicas para siempre. El terrorismo islamista comenzó a enseñar sus garras. Creí que era el fin del mundo, pero no fue así: el mundo acababa de empezar, esta vez con Al Qaeda. Ojalá semejante tragedia no se repita. Un saludo a los supervivientes y mis condolencias para los familiares de los fallecidos, que estos siempre descansen en paz.

Manuel Castellanos Plaza. El Palmar (Murcia)

Prometer por prometer

Guardo con intención la edición de EL PAÍS del pasado domingo. Este recoge que Pedro Sánchez afirma que nuestra factura eléctrica del 2021 será equivalente a la del 2018. Acepté de buen grado los incumplimientos de aseveraciones como la de no constituir un Gobierno con Podemos o no conceder los famosos indultos, pero ahora me siento más intransigente. No me gusta el oligopolio de las eléctricas a las que asesoran (o protegen) varias decenas de ex altos cargos de diversas Administraciones. No percibo transparencia en la fijación de precios, eso afecta a mi bolsillo, no puedo más que ser impertinentemente vigilante.

Manuel Lisardo Sánchez Merchan. Encinas de abajo (Salamanca)

Contaminación política

Hay un mal que nos está perjudicando seriamente la salud, sobre todo la mental, y es la contaminación política. Este problema nos está minando todas las áreas de nuestra vida. Ya no hay programa de televisión o radio, reunión familiar o partido de fútbol sin que se infiltre hasta arrasarlo todo. Se censura el humor, la cultura, la universidad, el deporte, la música, el arte y la justicia por la política. Todo está politizado. En un mundo soñado todas estas cosas deberían estar separadas de la política, porque los derechos humanos no pueden depender de la opción política que interese. Una vez hubo un planeta en que se podía hablar de casi todo sin querellas ni denuncias judiciales de por medio. Un mundo en que nos hacían creer que pasábamos de la política, pero en el que poco a poco nos convirtieron en esclavos de ella. La contaminación política tuvo la culpa. Nunca es tarde para acabar con aquello que nos esclaviza.

María Carmen García Jaén. Pechina (Almería)

Opinar antes de tiempo

Claro que una denuncia falsa no debe ocultar la realidad de que las agresiones homófobas están sufriendo un aumento en los últimos meses, pero sí debería servir para que políticos y medios de comunicación fueran más pacientes a la hora de emitir juicios. Este caso pone en evidencia el peligro que tiene opinar antes de tiempo.

Mario Suárez. Pilas (Sevilla)

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