Testimonio de un agricultor
Los lectores escriben de los daños en las cosechas por la lluvia, la crispación política, la vacunación de la selección española de fútbol y la presencialidad del funcionariado en España
El terrible testimonio de un agricultor se ha vuelto viral. Ver las lágrimas de un agricultor de Ribera del Duero que ha perdido toda la cosecha de uva tras la brutal tormenta de granizo del pasado domingo es desgarrador y nos debe hacer reflexionar a todos. Las cepas han perdido todo el pámpol y no ha quedado ni un solo racimo. A los daños ocasionados esta campaña se suman los del próximo año porque las cepas han sufrido heridas y tardarán en cicatrizar. Los daños son irreversibles, vemos que los agricultores no solo se enfrentan a los bajos precios que perciben por sus productos, muchos de ellos por debajo del precio de coste Las tormentas de estos días han causado graves destrozos, en algunos casos como en la zona del interior de Valencia los daños llegan al 100%. Es terrible ver como en cuestión de minutos el trabajo de todo un año se viene abajo y no puedes hacer nada para evitarlo.
Patricio Simó. Valencia
Problemas de nuestra política
La política española adolece de dos problemas que socavan su credibilidad y la alejan del ciudadano. El primero es la crispación continua e innecesaria que impregna tanto la acción como el discurso. La segunda es la falta de explicaciones y de una pedagogía eficaz para explicar decisiones y posturas. Nos estamos acostumbrando a que, desde el poder, sea del nivel que sea, se tomen decisiones que afectan a la vida de los ciudadanos y que no se aporte ninguna explicación de por qué se ha decidido eso, o que la explicación sea peregrina o falaz. Por eso falla la confianza.
José M. Fernández Ros. Carcaixent (Valencia)
Vacunación de deportistas
El Gobierno ha presumido durante toda la pandemia de que el sistema de vacunación de nuestro país es modélico, ejemplar y ético, basándose en criterios poblacionales y de edad. Y probablemente así ha sido. Hasta que se ha decidido vacunar a algunos deportistas en lo que, en palabras del ministro de Cultura y Deportes, “es una excepción justificada, puesto que nos representan”. Probablemente el ministro no sea consciente de que el día anterior, la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno dijo que el presidente Sánchez, a sus 49 años “está como loco por vacunarse cuanto antes y lo hará en cuanto le corresponda”. Uno entiende que el presidente del Gobierno ostenta una representatividad mayor que un grupo de deportistas, por más que algunos no parezcan verlo así.
Juan Antonio Llompart Pou. Palma de Mallorca
¿Cuándo vuelven los funcionarios?
Esta semana fui a mi Ayuntamiento a pagar unos recibos. No me dejaron pasar sin cita previa. Incluso para entregar documentos en el registro hace falta una cita previa. Pregunté por qué tanta cita si el banco, los comercios y en general todos los negocios atienden ya presencialmente. Me contestaron que “por la covid solo vienen un día a trabajar a la oficina; el resto trabajan desde su casa” ¿Y por qué?, digo yo. ¿Cuánto tiempo vamos a seguir así, con trámites interminables por los largos plazos para que te den cita, incluso para las cosas más simples? ¿Y por qué los plazos se alargan tanto si están trabajando desde sus casas? ¿Acaso allí rinden menos?
Fernando Alvarez Garrido. Las Rozas de Madrid
¿Se acabó el salvar al planeta?
Da la sensación que la gente se ha olvidado de ello con la pandemia, hemos vuelto con más fuerza que nunca a la cultura de “usar y tirar”. Un ejemplo son las mascarillas, la mayoría de usar y tirar. Si hacemos cálculos, una mascarilla quirúrgica dura unas cuatro horas, en una jornada de trabajo de ocho horas, ya son dos. Si esta persona luego sale a la calle por ocio, otra más; una sola persona termina usando decenas de mascarillas. Ahora nuestra prioridad es la salud de todos, pero cuando esto acabe, las consecuencias a nivel medioambiental serán desastrosas. Si no ponemos freno a tiempo, ¿qué será de la salud de las próximas generaciones? ¿No debería ser también nuestra prioridad?
Ana Crusat Horrach. Palma de Mallorca
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