El virus de la credulidad
Los lectores opinan sobre las noticias falsas, el miedo, los políticos, los efectos de la pandemia y las elecciones en la Comunidad de Madrid
Se está desarrollando en nuestro mundo una pandemia intelectual paralela a la del coronavirus. Me refiero a la credulidad irreflexiva. Su efecto supone aceptar como verosímiles o directamente verdaderas determinadas informaciones sin hacer el menor esfuerzo por contrastarlas. Está claro que reflexionar, estudiar o investigar es mucho más sacrificado. El virus de la credulidad convierte en equivalentes las declaraciones de un científico con 30 años de carrera y las de un descerebrado. Así, la aparición de las fake news está garantizada. Pero yo no lo llamaría posverdad, sino credulidad masiva, una mezcla de pereza e insensatez que nos lleva no solo a aceptar cualquier chorrada, sino a divulgarla. Convendría recordar a todos estos transmisores del virus de la credulidad que a la verdad se llega usando pico y pala. Y si les cansa este sistema, que, por favor, se hagan a un lado.
Pablo González Caballero. Boadilla del Monte (Madrid)
Vencer el miedo
AstraZeneca da miedo. La incertidumbre da miedo. El año 2021 sigue dándonos miedo. Sin embargo, si nos detenemos a pensarlo, no debemos otorgarle la victoria al pánico. Aún queda camino. Pensemos: marzo de 2020 parecía eterno, pero no lo fue. Todo pasará. No sé si mejores, pero saldremos más fuertes. Ahora toca seguir remando en la dirección correcta: hacia la valentía.
Alicia Fortanet Muñoz. Madrid
Ninguneados
Nunca pensé que a mi edad (estoy jubilada) pudiera sentirme una pelota de pimpón, vapuleada de un lado a otro por personas a las que yo, y muchos otros, hemos votado para que sean nuestros representantes. Y lo hacen con prepotencia, mediocridad y chulería, siempre en pos de sus propias aspiraciones personales: ego, ambición, dinero... Es difícil asimilar la situación que nos está tocando vivir y ver como, día a día, con su falta de honestidad, nos van acercando a un despropósito de magnitud inimaginable. Me gustaría pensar que en algún momento nuestros políticos serán capaces de reflexionar y se vayan a trabajar y a su casa.
Mercedes Sanz Fernández. Madrid
¿Adónde quieres viajar?
El día que elegí ser médico me soltaron entre paredes blancas y pasillos con muchas puertas y pocas ventanas. Aprendí a ver la historia detrás de los pacientes, y a preguntar adónde querían irse de viaje mientras les inducía el sueño. Desde Seychelles hasta Boston, pasando por Finisterre. Entonces llegó una pandemia que robó tiempo y sueños. Creamos cadenas que perdieron eslabones. Ahora empiezo a recuperar mi rutina: ¿adónde te gustaría viajar? “A casa, con los míos”, como grito unánime. El miedo nos ha hecho cambiar de destino.
Sara Martínez Castro. Valencia
Ya lo dijo Quevedo
“Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir”. Lo dijo hace más de cuatro siglos Francisco de Quevedo cuando la democracia, los partidos, la izquierda y la derecha, ni estaban ni se les esperaba aún. Lo que sí existía es la codicia humana, común al ser humano de ayer, de hoy y seguramente de mañana. Me he acordado de esta frase oyendo una vez más a los candidatos políticos a la presidencia de la Comunidad de Madrid. ¡Y creemos que hemos progresado!
Dionisio Rodríguez Castro. Villaviciosa de Odón (Madrid)
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