_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Un arma cargada de futuro

Al dejar a Trump sin su cuenta, Twitter ha demostrado algo que nadie había hecho hasta ahora, que tiene más poder que el presidente

Lluís Bassets
Supporters of Donald Trump during the assault on the Capitol in Washington
Partidarios de Donald Trump entran en la Rotonda del Capitolio de Estados Unidos, el pasado el 6 de enero de 2021, en Washington, (EE UU).SAUL LOEB (AFP)

Ya sabemos quién tiene más poder que el presidente de Estados Unidos. Más poder que el Congreso, el fiscal general o el FBI. Más poder que The New York Times, The Washington Post y las grandes cadenas de televisión todos juntos.

Desde el viernes lo sabemos, cuando Jack Dorsey decidió quitarle a Donald Trump el principal instrumento de su poder, su cuenta de Twitter, a la que siguen 88 millones de personas. El presidente de la compañía tecnológica tomó la decisión después de no pocas consultas internas y la dio a conocer a través del blog que mantiene la red social en un texto que parece una sentencia judicial, aunque nada dice sobre el procedimiento, los jueces y la eventual consideración de los argumentos del acusado.

Al presidente se le condena como reo del delito digital de exaltación de la violencia, tipificado en el código publicado por Twitter en marzo de 2019, redactado por la empresa, se supone que después de un debate interno entre sus dirigentes. Es sin duda un severo golpe político para Trump, que se adelanta a cualquiera de las otras iniciativas de destitución que están en marcha.

No es exactamente la poesía, como quería el poeta, el arma cargada de futuro que está modificando ya no la acción política, sino incluso las formas de distribución de poder. Son las redes sociales y más concretamente, esa herramienta que aparece en manos de todos los manifestantes e incluso de los asaltantes de todos los parlamentos e instituciones, desde la primavera árabe hasta el asalto al Capitolio pasando por los gilets jaunes, los Indignados o el Tsunami Democrático catalán.

Con el teléfono móvil en la mano, ganó Trump las primarias republicanas, después consiguió entrar en la Casa Blanca, luego ha desgobernado Estados Unidos y el mundo durante cuatro años y ahora pretendía perpetuarse, perpetrando un golpe para forzar al Congreso a su elección antidemocrática gracias a un procedimiento excepcional, incluso con el auxilio del Ejército.

Las grandes tecnológicas le han demostrado a Trump quién tiene más poder que él. También los asaltantes, primero regocijados con los selfis y los vídeos históricos de sus barbaridades, se están dando cuenta ahora de que habían colgado de la nube las pruebas judiciales para su detención y condena.

Hay que ir con mucho cuidado al manejar esa arma con tanto futuro, porque es una espada de dos filos.


Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_