Emocionado, orgulloso
Esta semana han inyectado la primera dosis a nuestra hija, que tiene una discapacidad del 84% y un grado máximo de dependencia. Siento una gran emoción. Aun con todos los problemas que está habiendo con la vacunación, que los primeros en recibirla sean los más débiles y desprotegidos, que los últimos sean esta vez los primeros, me enorgullece como miembro de esta sociedad. También aumenta mi confianza en que los seres humanos aúnen capacidades de todo tipo para hallar una solución contra este azote a la humanidad. Y exijamos que la vacunación se haga extensiva a todos los seres humanos de la Tierra.
Fernando López-Aranguren, Moratillla de los Meleros (Guadalajara)
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