El miedo de volver a infectarse
Vivo con miedo y, por eso llevo dos meses sin ver a mis amigos. Después de haber pasado la enfermedad de la covid-19 en mayo, y de notar la sensación de ahogo con tan solo 21 años, me cuesta mucho esfuerzo salir a la calle. Esto ha tenido como consecuencia un pánico social que probablemente no sea yo la única que lo sufra. Muchos nos hemos refugiado en casa teletrabajando y haciendo clases online evitando cualquier tipo de contacto con el exterior simplemente porque es más cómodo pensar que no te has puesto en riesgo. Una vez lo has pasado, la historia cambia. No solo es infectarse de un virus; es pasarlo realmente mal, ver cómo tu madre también enferma, tu abuela es hospitalizada, y sufrir por si has contagiado a alguien más. Por eso, cuando veo fiestas clandestinas celebradas por gente de mi edad, pienso que no se han llegado ni a imaginar de lo que es capaz este virus.
Àngela Anés Aubach. L’Hospitalet de Llobregat. (Barcelona)
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