Pánico a las inyecciones
El anuncio de la llegada de las primeras vacunas contra la covid-19 y los proyectos de vacunación han coincidido con un repentino y sospechoso incremento de los que se declaran afectados de tripanofobia, el pánico irracional a las inyecciones. De pronto, como por arte de magia, medio mundo dice estar aquejado de esta patología y aterrado ante la posibilidad de que lo sometan a una inocua punción, por lo demás, absolutamente indolora. Seamos serios. La gravedad de la situación exige aparcar los miedos infundados y confiar en la vacuna, porque mientras la comunidad no quede inmune, el virus seguirá impune.
Ignasi Castells Cuixart. La Garriga (Barcelona)
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