Cuestión de sentido común
Han pasado casi ocho meses desde que empezó la pandemia en el país, y todavía a día de hoy muchas personas parecen incapaces de ponerse la mascarilla correctamente. En un autobús lleno, no es extraño ver a alguien con la mascarilla por debajo de la nariz. Incluso en una calle concurrida se ve gente jugueteando con la mascarilla en las manos. A nadie le es agradable llevar la mascarilla tantas horas, pero la mayoría utiliza la cordura y no se la quita cuando está expuesta a otras personas. A veces pienso que quizás las mascarillas tendrían que venderse con instrucciones, pero después me doy cuenta de que no se trata de un tema de desconocimiento, sino más bien de falta de sentido común.
Laura Morales, Barcelona
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.