Condenando a los más castigados
En marzo, miles de españoles de muchos sectores fueron enviados a un ERTE. Los ERTE que no se cobraron bien, que no llegaron a tiempo y algunos que aún están pendientes. Desde el mes de mayo, a los comercios se les ha permitido subir la persiana con muchas restricciones. Como añadido, se le sumaban materiales de seguridad y menos personal; hasta ahí aún era soportable. Tanto hostelería como muchos otros sectores han ido esquivando baches durante estos meses; muchos por desgracia no han sobrevivido. Pero ahora, a esos que aún quedan en pie se les vuelve a condenar al cierre. La sensación ahora mismo es que se juega a prueba y error, un día la economía, otro día la sanidad. Si después de seis meses no se ha podido establecer un plan digno que valga mínimamente para ambas partes y esto es lo que nos espera continuamente, a ver quién sobrevive.
Silvia Rovelo. Barcelona
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.