Un desahogo
Quizá quede un recurso todavía: tirar de la cadena


Quizá quede un recurso todavía: tirar de la cadena. Después de haber probado casi todas las formas posibles de protesta, deberíamos ponernos de acuerdo en tirar de la cadena a la misma hora de un martes o un miércoles cualquiera. Imagínense el torrente de agua limpiadora que se precipitaría apresuradamente por las bajadas de los edificios de Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Sevilla, Burgos y el resto de las ciudades y pueblos españoles. Constituiría una catarsis brutal. Una catarsis de carácter metafórico, vale, pero hay metáforas que curan como hay metáforas que matan o que te llevan a la ruina. Ahí va eso, España, gritaríamos al inodoro, ahí va el comisario Villarejo con toda su troupe de presidentes, espías, banqueros, reyes, amantes y ministros. Ahí va Díaz Ayuso con sus desatinos constantes. Ahí van las condecoraciones que no se debieron dar y los honores que no debimos rendir, junto a las decepciones infligidas por instituciones y personas que ni usted ni yo nos merecíamos.
Por las arterias de nuestros inmuebles correrían de forma simultánea cientos de miles o millones de litros de agua cristalina que arrastrarían de manera simbólica el colesterol de la corrupción. El colesterol de la corrupción: una metáfora clínica. Estamos hechos de metáforas al menos en la misma proporción que de huesos y músculos, de ahí que alguien dijera, refiriéndose a las malas prácticas policiales, que la democracia se defendía también en las alcantarillas. Otra figura retórica, esta de las alcantarillas. Pero el agua de nuestras cisternas reales llegaría ahora a las alcantarillas de verdad llenando de optimismo la arquitectura peninsular y la de las islas, así como las de Ceuta y Melilla. Un desahogo, en fin, algo es algo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
Lo más visto
- Uno de los promotores de la señal V-16 de tráfico: “Es duro oír el testimonio de víctimas que han sufrido amputaciones al poner los triángulos”
- Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
- Cae una organización que enviaba camiones cargados de cocaína desde Marbella hasta varios países europeos
- La policía registra varios domicilios y las oficinas de la ministra francesa Rachida Dati por otro presunto caso de corrupción
- Jornada política del 20 de diciembre de 2025 | El PP suaviza su discurso sobre “pucherazo” en Extremadura y felicita a la Guardia Civil




























































