Visitas a las residencias de ancianos
Las residencias de ancianos están en el punto de mira ante el brutal impacto que ha tenido en ellas la covid-19. Los políticos lo tienen claro: no pueden permitirse de nuevo cifras tan altas de muertes entre este colectivo. Por ello, en algunas zonas, además de la implantación de protocolos de seguridad y el aumento de la vigilancia e intervención de estos centros, han optado también por blindarlas prohibiendo las visitas de familiares. Está probado que la falta de afecto y contacto con los seres queridos empeora el estado general y acelera los deterioros cognitivos. La visita de un familiar, realizada con todas las medidas de seguridad, no aumenta el riesgo de contagio más de lo que ya se asume como inevitable. Si no se recuperan estos encuentros, el estado de muchos de los que padecen enfermedades degenerativas se deteriorará más rápidamente.
Cristina Díez Ferrándiz. Valencia
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