_
_
_
_
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

En sus manos

La suerte del país depende de una voluntad de pacto que no se vislumbra

Pleno extraordinario del Congreso de los Diputados.
Pleno extraordinario del Congreso de los Diputados.EFE

Llega la hora de elegir. El curso arranca con una distancia importante entre dos realidades que pugnan por imponerse: la necesidad de que se construya un pacto de convivencia que permita afrontar la grave recesión, la crisis sanitaria en plena escalada de rebrotes y la crisis institucional que mantiene importantes órganos bloqueados, por un lado, y una predisposición a conseguirlo exigua, insuficiente o inexistente por parte de los partidos, por otro. Ambas realidades están sobre la mesa y solo el sentido de la responsabilidad exigible a los partidos políticos ante la primera merece postergar la segunda.

La crispación y la incapacidad de lograr mayorías sólidas en el Parlamento han dificultado la vida política de España en los últimos años, con serias consecuencias para la gobernabilidad y el desarrollo institucional. La que dio el Gobierno a Pedro Sánchez con apoyo de Unidas Podemos y ERC, entre otros, se ha visto zarandeada por una crisis sanitaria sin precedentes que ha requerido un apoyo más amplio que no siempre ha tenido en el Congreso. El recuerdo de las últimas prórrogas del estado de alarma agónicamente aprobadas sin el concurso del Partido Popular pesará como un manchón en el retrato político de esta época.

En esta ocasión, sin embargo, cuando arranca un curso cargado de incertidumbres en lo educativo, lo sanitario, lo económico y lo social, se abre una cierta oportunidad que todos deberían aprovechar. El presidente, Pedro Sánchez, recibirá a partir del 2 de septiembre en La Moncloa a los principales líderes, empezando por Pablo Casado y siguiendo por Inés Arrimadas.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

El líder del Partido Popular ha dado muestras de un giro, al menos estético, al relevar a su portavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, una de las voces más duras y excluyentes frente a la mayor moderación de buena parte de sus barones. El paso que ha dado después de un año de oposición bronca y una agresividad patente contra el Gobierno durante la gestión de la pandemia no parece haberle dado réditos, ni a él, ni a este país. La moción de censura que lanzará Vox en septiembre también ha situado al PP en una posición incómoda al generar la oportunidad de enarbolar el discurso duro que el PP había hecho suyo, mientras que el giro de Ciudadanos bajo el mando de Inés Arrimadas, le ha dado una capacidad de influencia con sus 10 diputados mayor que la que tiene el PP.

El Partido Popular, pues, busca su espacio diferencial y está por demostrar que lo haga en el terreno de la concordia, como sería deseable. La urgencia de la renovación del CGPJ y del Tribunal Constitucional, así como del Defensor del Pueblo y el mando de RTVE, le da una oportunidad de oro para hacerlo. La marcha institucional del país lo requiere y su posición como partido de Estado le da argumentos sobrados para ello.

Pero la negociación de los Presupuestos es el gran asunto pendiente en este curso que empieza, imprescindible para desarrollar los fondos de recuperación que la UE ha comprometido, y es ahí donde se abre otro frente crucial para el Gobierno y para este país. La mayoría que le dio la investidura no está garantizada y la mano tendida de Ciudadanos, que bajo Arrimadas ha adoptado un camino constructivo que le da mayor influencia real que la negativa en la que se instaló Albert Rivera, genera tensiones en la coalición que gobierna. La advertencia de Unidas Podemos contra el pacto con Ciudadanos sobra en esta coyuntura, especialmente cuando ERC juega la carta independentista siempre por encima del interés de Estado. No se ven mimbres para sostener los Presupuestos con la mayoría de investidura cuanto más necesarios son precisamente los acuerdos.

Las líneas rojas, los vetos cruzados que anuncian Unidas Podemos ante Ciudadanos, ERC también contra el partido de Arrimadas, Partido Popular frente a Unidas Podemos, son el lenguaje al que nos tienen acostumbrados. Una pobreza de miras y un torpedeo a la convivencia que este país no merece. Pero la suerte de los ciudadanos en plena pandemia y ante una crisis económica virulenta hacen necesarios tanto la negociación como los pactos.


Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_