Paisajes robados
Primero, fue la costa alicatada. Después, los valles de montaña, inundados y desahuciados. La construcción y el progreso sin criterio. Todos esos paisajes robados para siempre en toda España. A conciencia, no por accidente, y en apenas 60 años. Ahora, las cumbres de montaña y los molinos de viento. En León y en plena reserva de la biosfera, por ejemplo. Como si las minas de carbón a cielo abierto no hubieran sido suficientes. Como si nuestros recuerdos y nuestra herencia fueran cosa de mercadillo.
Nacho Álvarez-Borrás Feijoó. Viñayo (León)
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