Todos somos cómplices
Todos hemos dejado morir a Eleazar Benjamín Blandón. Todos somos cómplices, por acción u omisión, de su muerte y de la explotación de cientos de temporeros que vienen desesperados a ganar un salario, aunque sea mísero, para poder alimentar a sus familias e intentar aguantar, como sea, un día más.
Jesús Martínez Ruiz, Madrid.
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