Falta de educación
No me sorprende que no se frenen los contagios. Principalmente se debe a falta de empatía, pero también de educación: No se toca uno nariz o boca y luego toca “zonas comunes”, no se habla a gritos ni encima de la otra persona, no se humedecen con saliva los dedos para pasar o coger hojas de un grupo de hojas que no son exclusivas para ti, no se aparca en vados o rebajes de las aceras. Las aceras no son plazas de aparcamiento para motos, en especial en la salida o entrada de un rebaje o en el medio de una acera estrecha... Como no tenemos costumbre de mirar por el bien común, ¿cómo nos asombramos de que se transmita una enfermedad cuyo contagio no depende de que se sigan reglas de higiene y cortesía básicas?
Aurora Díaz Madroñal. Las Rozas de Madrid
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