Vuelta a los pueblos
Vivir en una gran ciudad ya no es un chollo. La calidad de vida, los bajos precios de la vivienda o los servicios en los pueblos no tienen comparación con lo carísimo, hostil y cada vez más inseguro que resulta vivir en una gran ciudad. Así que es para pensárselo, y no solo por parte de nuestros mayores, sino también de todo aquel que, para ganarse la vida, no necesite vivir en una gran urbe. Un importante desplazamiento de población al mundo rural mejoraría la vida en los pueblos, los dotaría de mejores infraestructuras, abriría nuevas oportunidades de negocio y trabajo y, en lo que respecta a la salud, todos ganaríamos con el cambio. Si la revolución industrial despobló el mundo rural, la revolución tecnológica y la necesidad de protección ante otras posibles pandemias deben hacer que los pueblos se conviertan en oasis de calidad de vida.
Guillermo Moya Torres. Esplugues (Barcelona)
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